{Narra Christopher}
Salí a trote de ni apartamento dirigiéndome a mi auto.
Almorzaríamos, como siempre, con _____ y Sofía.
Conduje rápidamente a través del campus hasta la cafetería. No quería perder un segundo sin ella.
Al entrar, _____ charlaba animadamente con su amiga. Tenía una sonrisa preciosa pintada en el rostro.
—Hola señoritas – saludé alcanzando una silla a la mesa.
—Hola Chris – me saludó_____.
—Chris has llegado justo a tiempo.
Las miré dubitativo, y _____ le lanzó una mirada fulminante a su amiga.
—_____ ha tenido un gran inicio de día – comenzó Sofía y _____ golpeó su hombro.
—¿Ah sí? ¿Qué ha sucedido? – pregunté curioso.
Bien, internamente estaba desesperado. Esto me olía mal.
—______ tiene un nuevo profesor que la ha dejado tonta.
Mi hermoso ángel se sonrojó y bajó la mirada.
Y sentí como una punzada en el estomago. ¿Un profesor?
—¿Ahora te gustan los viejos? – pregunté divertido mientras bebía un sorbo de su café helado.
—¡No es viejo! – frunció el ceño y me reí divertido – Ríete ahora pero cuando lo conozcas caerás de culo al piso – me advirtió y los tres nos reímos.
¿Un viejo? No debía preocuparme.
—¿Puedo servirles algo más? – preguntó una rubia. Al mirar bien su rostro, me dí cuenta que era una de las chicas con las que me había acostado hace dos semanas.
—¿Christopher? – preguntó_____ – ¿Vas a pedir algo?
—¿Christopher? – repitió la rubia – ¡Oh Christopher! ¿Cómo has estado bombón?
Diablos, diablos, diablos.
_____ entre cerró los ojos y noté un breve destello de ira en sus ojos.
Se levantó de la mesa y se acercó a la caja registradora.
—Bien, ¿Y tú? – pregunté distraído mientras Sofía me lanzaba una mirada cómplice, y _____ seguía en la caja.
—Genial, no me has llamado – se quejó la rubia, de quien no podía recordar su nombre.
—He perdido tu número – mentí mientras _____ se acercaba.
Le susurró algo a Sofi en el oído mientras la chica que me hablaba le daba las espaldas.
¡Demonios!
—Pues te lo dejo de nuevo – anotó su número en un papel bajo la atenta e inquisidora mirada de _____.
Arqueó su ceja y suspiró. ¿Decepción era lo que opacaba sus hermosos y grandes ojos azulados?
{Narras Tú}
No me sorprendía. Otra presa de Christopher.
Pero... ¿Por qué después de tanto tiempo y sabiendo como era él, me seguía doliendo?
Me daba rabia que otra chica se acercase a él, y eso que eran muchas.
Si hubiera tenido un "gas mata zorras con las que se acostó Christopher" todo el campus se habría muerto. Incluso yo. Aunque no me consideraba a mi misma una zorra.
Simplemente había sido un error. Había caído en sus brazos, y punto. Ya no lo cometería de nuevo.
Estaba segura de eso, principalmente porque el me trataba como a su jodida hermanita menor, y segundo porque sentía que ya había aprendido.

ESTÁS LEYENDO
Enamorada de un Mujeriego | Christopher Vélez
Fanfiction...y entonces descubrió que sin amor, todos los besos saben a lo mismo...