Capítulo 81

5.7K 348 3
                                    

{Narras }

Erick que estaba a mi lado observaba con atención el estacionamiento.

—¿Sucede algo? – pregunté dándome cuenta de a donde estaba dirigida su mirada.

—Espero a alguien – sonrió distraído.

—¿En serio? – le pregunté sorprendida y él me lanzó una mirada fulminante – Quiero decir, eso es genial, ¿A quién esperas?

—¿Recuerdas a Jennifer? – me contestó con una pregunta.

—¿La del instituto? Por supuesto.

—Pues a ella, hemos empezado a salir – me miró fijamente esperando mi reacción.

—¿Te refieres a salir, salir? – enfaticé.

—Sí, salir. Digo como novios.

—¡Eso es fantástico! – me abalancé sobre él dándole un cálido abrazo de felicitación – Me parece estupendo, jamás pensé que sería ella con quién tendrías tu primera relación oficial.

Él me miró enfadado.

—¿Cómo que primera relación oficial? – casi gruñó – ¡He salido con muchas chicas!

—Sí, sí – dije levantando las palmas como inocente – ¿Quieres que vuelva a repetirlo? "Tu primera relación oficial" – reiteré.

—Bueno, en ese caso sí – sonrió.

—¿Saldrán hoy?

—La llevaré a cenar – noté un leve rubor en sus mejillas y me dio ternura.

—Espero les vaya bien – besé su mejilla – Hacen una pareja bonita, pero nunca te olvides de mi – le advertí.

—Claro que no, te amo, eres como una hermana sexy – ambos reímos.

Tres días.

Setenta y dos horas para organizar una fiesta sorpresa con ayuda de Sofía, Johann, Erick, Joel y Zabdiel.

Uno podría pensar que entre seis personas estaría todo eficazmente listo y organizado a tan solo tres días de la celebración.

Pero ese no era el caso.

Estaba volviéndome loca.

El maldito salón que había reservado para la fiesta de Christopher quedaba fuera de Loja, y yo aún no me decidía si elegirlo o no. Me habían dado un ultimátum, y en menos de una hora tendría que darles mi respuesta.

Por su parte, Joel se ocupaba de todos los invitados, conociendo a la perfección las preferencias respecto a la selección de personas por parte de Christopher. Quizás eso era lo único que iba bien en este alborotado plan.

Zabdiel, encargado de la música, tenía un par de amigos que tenían una banda de jazz. El problema era, ¿Cómo transportar todos los instrumentos al salón? Y ahí volvíamos al problema uno, que era su aceptar o no ese maldito salón.

Sofía, totalmente atareada referente a la decoración, que habíamos decidido con mucha dificultad, sería en distintos tonos de azul y gris, y bastante elegante.

Johann se había comprometido a armar un buen menú de comida, con un basto conocimiento acerca de deliverys.

Y bueno, aquí me encontraba yo. Erick y yo nos ocupábamos de distraer a Christopher todas las tardes mientras los demás organizaban la fiesta.

Pero a mí, aún me quedaba resolver el asunto del lugar donde se llevaría a cabo esta, y por supuesto, mis dos regalos.

Enamorada de un Mujeriego | Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora