{Narras Tú}
—Despierta bebé – sentí suaves caricias sobre mi cadera y me removí inquieta – Vamos dulzura – la suavidad de su voz solo me causaba más sueño y comodidad.
Abrí un solo ojo y volví a cerrarlo en una centésima de segundo.
Percibí la sonrisa de Christopher en mi hombro.
—Sé que estás despierta – acarició mi cintura – ¿Prefieres cosquillas?
Preguntó y un segundo después me encontré a mí misma riéndome hasta casi llorar debajo de él.
—¡Para! ¡Para por favor! – supliqué riéndome.
—¿Ya estás despierta? – preguntó aún haciéndome cosquillas.
—Si, si. Lo estoy, lo juro – dije entre carcajadas casi ahogada.
Se detuvo y me miró fijamente.
—Pues... ¡Buenos días! – me dio un casto beso en los labios.
—Vaya forma de despertarme – me quejé mientras él me estrechaba contra su pecho.
—Lo intenté por las buenas – me recordó.
—¿Que hora es? – pregunté sentándome en la cama.
—Las nueve.
—¿¡Las nueve!? – dije atónita – ¿¡Qué clase de demente se despierta antes de las doce del mediodía un fin de semana!?
Volví a taparme con la colcha y escondí mi cabeza debajo de la almohada.
—Vamos dormilona – dijo Christopher abrazándome por encima de las sábanas – Tengo planes.
—¿Planes? – pregunté capciosa.
—No esa clase de planes, eso lo dejaremos para la noche – se rió – ¿Alguna vez has jugado... – hizo un espacio suspensivo y me estremecí excitada – ...Paintball?
¿¡Qué!? ¿Quería jugar a dispararme balas de pintura? Oh Dios, él es un rarito, ¿Por qué pensé que sería un fin de semana sexual?
Me destapé e hice una mueca.
—Nunca he jugado y tampoco quiero hacerlo – dije atrayéndolo a mi, demostrando mis otras alocadas y necesarias intenciones.
—Será divertido, Sofía y Johann nos han invitado.
—¿Ya das por hecho que iremos? – pregunté desesperada – ¡Oh diablos! – me quejé – Tengo una idea, ¿Y si vas tú solo?
Él rió y me tomó en brazos.
—Nada de eso.
—¿Así planeas nuestra primera salida en pareja? ¡Genial! – dije sarcástica cuando me dejó en la puerta del baño.
—Iré a preparar el desayuno, tú te bañas, y bajas, ¿Sí?
—Sí, señor – dije firme y ácida.
Él carcajeó y me besó en la frente.
—Te adoro preciosa.
—¿Cuando adoras a alguien le disparas con balas de pintura? Lo que es el amor moderno – reí.
—Prometo que la noche será estupenda – besó mis labios y lo abracé por los hombros – Para ambos.
ESTÁS LEYENDO
Enamorada de un Mujeriego | Christopher Vélez
Fanfic...y entonces descubrió que sin amor, todos los besos saben a lo mismo...