Capítulo 69

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{Narras }

—¿Debo preocuparme? – preguntó y me sentí enternecida.

—No, claro que no – le sonreí.

Me pegué a su brazo y él besó mi frente.

Nos estacionamos sobre la calle frente a la casa de Sofía.

Escuché las puertas traseras abrirse y al instante la chillona voz de mi amiga.

—¡_____! – me abrazó desde atrás casi ahorcándome.

—Hola chicos – dije dándole un beso en la mejilla a cada uno luego de estirarme hacia los asientos de atrás.

Volví a mi lugar y escuché todo el viaje parlotear a Sofi.

Christopher me miraba divertido.

—¿Qué hay con Johann? – le pregunté a mi amiga interrumpiéndola.

—¡Shhh! – me calló ella.

—Está dormido, Sofía – puse los ojos en blanco.

—No importa, eso te lo contaré cuando lleguemos, y más que obvio, sin Christopher presente.

El nombrado nos miró ofendido.

—¿No confían en mi?

—Sí, pero conozco a los hombres, y sé que se cuentan absolutamente todo, así que prefiero que no escuches – ambos reímos.

—Las mujeres también hablan de esas cosas. Son peores que los hombres – se defendió Christopher.

Y así es como empezó un largo debate-pelea acerca de porqué las mujeres son más confiables que los hombres y viceversa.

Envidiaba a Johann, profundamente dormido y sin escuchar la sarta de estupideces que decían mi mejor amiga y mi novio.

A medida que nos alejábamos del pueblo, el sueño volvía a apoderarse de mi cuerpo.

{Narra Christopher}

Luego de pasar la mejor noche de mi vida, aquí me encontraba.

Con el amor de mi vida dulcemente dormida a mi lado, su charlatana mejor amiga atrás, y un tipo del que en algún momento sentí celos, casi muerto.

—¿Cómo la han pasado anoche? – preguntó Sofía desde el asiento trasero.

Si _____ hubiera estado despierta, probablemente se habría sonrojado.

Sonreí.

—Ha sido... Genial – suspiré con la vista en el camino.

—Lo imaginé, no te imaginas lo loca que está _____ por ti – dijo ella.

Volví a sonreír aún más contento. Yo también lo estaba. Potencialmente loco por ella, por su cuerpo, por sus besos, y por esa ternura que destilaba de ella, sin siquiera darse cuenta.

La amaba, y ahora era mía. Absolutamente mía.

{Narras }

Me desperté aproximadamente una hora después.

Christopher estaba estacionándose en el aparcamiento de un camping.

Había una caseta con tejas rojas, y paredes blancas.

El lugar estaba situada en medio del bosque, en una zona estratégica.

Christopher besó mis párpados y yo me acurruqué contra su hombro.

Enamorada de un Mujeriego | Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora