Capítulo 144

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{Narras }

Abrí los ojos con dificultad cuando la puta chillona alarma sonó en mi oído.

Me desperecé y froté mis ojos intentando alejar el sueño.

"Otro día más", pensé.

Luego de una ducha rápida y un desayuno ligero, tomé mis cosas y mi móvil, el cual, como por arte de magia, comenzó a sonar anunciando una llamada entrante.

—¿Joel? – aventuré mientras recogía unos folios del escritorio y los metía en mi bolso con cuidado.

—Cariño, llegaré al mediodía – dijo animado – No te imaginas cuando te he extrañado. Ya quiero verte.

Reprimí un suspiro.

Aún no hablaba con Joel acerca de nada. Él no sabía ni del robo en el banco, ni de mi secuestro, ni que yo estaba perdidamente enamorada de Christopher y decidida a volver con él.

—¿Estás ahí? – preguntó Joel del otro lado de la línea. Asentí tontamente y luego recordé que él no podía verme – ¿Cielo?

—Sí. ¿A qué hora llegas? Hoy no podré ir a almorzar porque tengo solo diez minutos de descanso entre clase y clase – intenté sonar lo más dulce posible.

—¿En serio? – dijo decepcionado como esperando a que le dijera que era una broma – Llegaré a eso de las dos a la casa. Quería pasar al menos una hora contigo, pero veo que no será posible.

—Lo siento, Joel – le dije realmente apenada – Intentaré llegar a casa antes de las siete, pero no prometo nada. Estoy llena de trabajo.

—Está bien, cariño. Allí te espero. Te amo – dijo despidiéndose.

Como no cortó la comunicación, supuse que esperaba a que le respondiese algo.

No iba a mentirle.

—Te amo Joel – murmuré y colgué.

Lo amaba, de verdad lo amaba. Pero era esa clase de cariño que le tienes a un hermano, o un amigo.

La culpa me carcomía.

Había pasado toda la semana junto a Christopher, Yenny, Emily y su nuevo bebé. Que, por cierto, era todo un angelito.

No me gustaba quedarme sola en casa, por lo que luego de mis clases en la universidad, Christopher pasaba por mí, y me llevaba con él a su casa.

Sofía y Erick entraban en exámenes finales, por lo que no teníamos mucho tiempo para estar juntos.

Pese a todo eso, me sentía bastante feliz.

Sabía que tenía que esperar a terminar con Joel para volver con Christopher, pero estaba demasiado enamorada de él como para alejarlo aunque fueran unos días.

Ahora que lo tenía, no quería soltarlo jamás.

—Debemos aprovechar tus diez minutos – murmuró Christopher rodeando mi cintura con sus brazos y acercándome a él.

—Estamos en un baño, Chris. Puede entrar alguien en cualquier momento – le advertí con una sonrisa y mirando sus tentadores labios.

Él arqueó una ceja y se estiró para ponerle cerrojo a la puerta.

—¿En qué estábamos? – preguntó retóricamente deslizando su nariz por mi clavícula.

Jadeé cuando mordió el lóbulo de mi oreja.

Sus manos se deslizaron desde mi cadera hasta detrás de mis rodillas, sin antes detenerse un largo rato en mi trasero.

Me levantó en brazos rodeando su cintura con mis piernas y me apretó contra la pared.

Enamorada de un Mujeriego | Christopher VélezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora