{Narras Tú}
—Los regalos están en el baúl del auto, ¿Recuerdas? – dijo Christopher mientras yo me dirigía a la puerta de la casa.
—Mañana los revisaré, entremos ahora, ya es tarde.
Definitivamente esta había sido mi noche. Una fiesta excelente, alcohol, risas, baile y lo más importante, el "Te amo" que más anhelaba en toda mi vida.
—¿Estás muy cansado? – pregunté arqueando una ceja cuando Christopher se derrumbó sobre el sofá y lo perdí de vista.
—Depende para qué – contestó asomando la cabeza con una sonrisa pícara.
Le guiñé un ojo y me dirigí al cuarto escuchando el sonido de sus pasos apresurados a mis espaldas.
Entré a la habitación sabiendo lo que me avecinaba.
El portazo a mis espaldas no me sorprendió.
Sonreí para mí misma.
—Dime, _____, ¿No crees que mereces ser castigada? – susurró en mi oído.
Dí media vuelta y lo miré desafiante.
—¿Por qué? – fruncí el ceño aún sonriendo.
—No me ha gustado que bailes tan pegadita a Erick.
—Él es solo un amigo – levanté las manos en acto inocente.
—Te lo advertí antes de que fueras con él, y aquí pagarás tu castigo.
Sonreí satisfecha.
Christopher me acorraló contra la pared, y sentí como mis piernas se aflojaban.
Por más que quisiera parecer igual de arrogante y resistente que él, solo necesitaba una caricia para derretir mis inexistentes defensas.
Acercó su boca a mi mejilla y dejó un dulce camino de besos desde allí hasta mi cuello. Jadeé ya acalorada.
Capturó mis labios en un abrir y cerrar de ojos y me apretó aún más contra la pared.
"Ahora eres mío", pensé y reí involuntariamente.
—¿Que es lo que te causa gracia? – susurró Christopher besándome debajo de la barbilla.
Quise responder pero la calidez de su lengua cerca de mi cuello me dejó petrificada en sus brazos.
Sentí como se arremolinaba en mi interior. Miles de descargas eléctricas corrían por mi cuerpo cada vez que sus manos tocaban puntos estratégicos.
Sus manos luchaban silenciosamente contra el cierre trasero de mi vestido.
Ambos reímos.
Me dí media vuelta y él bajó el cierre que aflojó mi cuerpo y finalmente cayó al piso dejándome expuesta a su mirada ardiente.
Lo atraje a mis labios con ferocidad mientras sentía que mi respiración empezaba a entrecortarse rápidamente y mi corazón palpitaba a mil.
Le quité la camisa con agilidad, y mientras él mordía suavemente mi cuello y mi hombro, deslicé mis manos a través de su estomago hasta el cierre de su pantalón.
—Esto no vale – fruncí el ceño mientras él se apretaba contra mi.
Ahogué un gemido en sus labios.
—¿Qué no vale? – cuestionó con voz ronca.
—Yo ya estoy desnuda y tú aún sigues con eso – dije mirando con desprecio sus boxers negros.
—Eso se puede arreglar – sonrió pícaro.
Me tomó de la cadera y acorralé su cintura con mis piernas.
Luego de dos intensos segundos sentí la suavidad de las sábanas debajo de mi.
Me deshice de sus malditos boxers y lo apreté más contra mi.
—Te amo, _____ – susurró Christopher mirándome a los ojos con intensidad.
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Enamorada de un Mujeriego | Christopher Vélez
Fanfic...y entonces descubrió que sin amor, todos los besos saben a lo mismo...