Amor de Invierno (Vixx's Love Season Serie, #1)

11

Fiel a nuestra palabra fuimos al salón de práctica. N y Hongbin discutían que ordenar para comer, mientras Ken iba por botellas de agua. Estábamos sedientos. Yo me quedé con Leo, sentada en el medio del salón, en silencio.

-¿Puedo hacerte una pregunta?- Le dije de momento, después de acostarme en suelo.

-Sí

-¿Qué quieres hacer?- Él me miró aturdido.

-Dime una cosa que te mueres por hacer.- Leo lo pensó por un momento.

-Ir al cine para ver una película. Podemos hacerlo, pero esta vez quisiera que nadie se fijara que soy un cantante.

-Debe ser difícil...- En ese mismo momento Ken, se sentó con nosotros interrumpiéndonos y tendiéndonos las botellas.

-¿Crees que esta vez Hana lo logre?- Leo lo miró y sonrío.

-Eso no pasará. Hana no es el estilo de él.

-De igual forma lo ha intentado hace dos años.- Hyuk que entraba en ese momento cogió el tema al vuelo. Se sentó a mi lado, le pasé una botella. A todas estas yo entendía a medias lo que estaba pasando.

-No están hablando de Ravi y Hana, ¿verdad?- N se unió y los miró con cara de pocos amigos.

-¿Quieren hacer apuestas?- Ken estaba muy animado. Hongbin miró interesado.

-Eso no sucederá.- Repitió Leo.

-Nosotros no sabemos. Ravi es bien quisquilloso para las mujeres. Hana es linda, talentosa e inteligente. Es la líder del grupo femenino de la compañía... Y ha tratado de ser novia del hombre desde hace dos años. Tal vez se le dé por fin.- Oh, con que esa era la razón por la cual yo casi fui fulminada con la mirada hace minutos... Y ellos tenían razón Hana era preciosa. Una típica muñeca. Todo lo que yo nunca sería. De pronto me sentí pequeña. ¿Qué esperabas Lore? Eventualmente esto iba a pasar, pero no exactamente contigo. Dos mundos completamente diferentes, debes recordar eso. Dos planetas que giramos entorno al sol, pero que jamás coincidirán.

-¿Están sordos, de verdad? No pasará.

-¿Por qué estás tan seguro, Leo?- Él se encogió de hombros.

-Solo lo sé.- Hyuk soltó un bufido.

-Eso no nos ayuda en nada.

-Ha Neul, te suplico que no subas nada de esto en las redes.- Miré a N indignada. Eso fue demasiado hiriente como para poder ocultarlo con una broma, como hubiese hecho normalmente. ¿Realmente creía que iba a circular algo como esto? Tranquila Lore, eres la nueva. Es normal que esté preocupado. Mi voz racional estaba tratando de calmar las aguas. Pero no estaba funcionando. Me quedé en silencio, perpleja, mirándole.

-Discúlpate.- Dijo Leo, inmediatamente.

-¿Por qué?- Preguntó él, realmente estaba perdido en la situación.

-Fuiste rudo.- Dijo Hongbin. N reaccionó inmediatamente, dándose cuenta.

-Lo siento, lo siento.

-No te preocupes. Te entiendo, tienes que proteger a tu grupo. No voy a escribir nada que no sea oficial. Nunca he escrito rumores, solo cosas que sé que son ciertas.- N respiró aliviado. Todos volvieron a hacer un alboroto. Leo me miraba, era una mirada que conocía que aún estaba afectada. Le dediqué una media sonrisa y me encogí de hombros.

Al cabo de un rato, Ravi llega seguido por la persona que traía la comida. Tal y como sugerí, el pago la cuenta. Mientras los otros aún estaban atónitos.

-¿Él realmente ha pagado la cuenta?- Preguntó Hongbin.

-Los milagros existen.- Hyuk miraba con impresión.

-Anotaré este día en el calendario.- Dijo N.

-Sí, el año que viene conmemoraremos este día como el día milagroso- Ken realmente estaba sacando su móvil para apuntar el día.-. ¿Por fin le dijiste que sí a Hana? Eso completaría el milagro y debo anotarlo- La mirada que Ravi le dedicó que Ken fue echa oficialmente para matar.-. Solo bromeo.- Ken se encogió de hombros y comenzó a repartir los palitos para comer.

Para entonces, ya estaba entrando en la realidad. Este era el momento en que comprendía que mi bias iba a estar en una relación más pronto de lo que yo creía. . Ese choque realista se había llevado mis ganas de comer... Sabía que ellos no me dejarían ir sin comer, tampoco podía pararme y salir sin ser sospechoso.

-Escondan sus platos por favor, Leo puede quedarse con ellos.- Dije para cortar la tensión que se instaló en el aire. Leo soltó una carcajada tapándose la cara, yo sonreí en un esfuerzo de que no notarán lo aturdida que estaba.

De pronto mi móvil comenzó a sonar. Miré con disimulo, como si fuera la llamada de alguien. Pero en realidad sabía que era mi alarma. Si algo había aprendido es que una llamada podía sacarte de momentos embarazosos por lo que mi alarma está puesta a cada cierto tiempo. Solo por prevenir. Me ha ayudado muchas veces, me ayudó ahora.

-Debo atender esta llamada, es urgente. Coman sin mí, esto tardará.- Ellos asintieron.

-segura que no quieres que te guardemos algo.- N preguntó.

-No gracias, ya comeré.-apague la alarma del móvil y me lo puse en el oído- Hola? Sí, ella habla.- me puse de pie.- Espere un momento. -miré a los chicos que seguirán engullendo la comida-. Nos vemos luego.- me despedí y salí.

Bueno eso fue rápido. No pensé que iba a encontrarme con esta situación tan rápido, la verdad. Pero tampoco estaba muy sorprendida. Ravi con novia... Suspiré, puse el móvil en mi bolsillo y me fui a caminar por la compañía. Vagué mientras me hacía interesada en la estructura. Había tanto en mi mente, que terminó siendo nada. Caminé hasta que encontré la sala de piano. Nadie la estaba usando así que fui a sentarme frente a él.

Toqué par de melodías cortas que recordaba. No tocaba piano, solo unas cuantas melodías, nada serio. Creo que era lo único que nunca pude aprender. Nunca tuve el tiempo para aprender a tocar un instrumento musical. Y a veces me pesaba, porque amaba el piano. Pero ahora eso no era importante. Escuchar las notas me tranquilizaba un poco.