Amor de Invierno (Vixx's Love Season Serie, #1)

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Ravi botó las sobras de los platos... No quedó nada más que eso. VIXX realmente se devoró la comida. Estaba más que contenta por eso. Me senté en la encimera de un salto,  justamente en el espacio libre al lado del fregadero. Bebía del vino mientras lo observaba viéndose encantador haciendo algo tan trivial como lavando platos. Ahora sí sentía un poco el alcohol, cuando esto pasaba me hormigueaba el cuerpo. Aún estaba cuerda, pero no me hacía responsable de lo que podía salir de mi boca.

-¿Te has bebido toda la botella?

-Sí. ¿Te apetece un poco? – Lo único que quedaba del vino estaba en esa copa. Él no se negó cuando le tendí la copa, pero tampoco hizo lo que esperaba que hiciera. Bebió de la copa en mi mano, dejándome sin respiración. ¿Dónde estaba el Won- Sik tímido?

-¿Cómo es que no estás ebria?

-Tengo demasiada resistencia. Pero después de esto no bebo más. Entonces si lo estaría. Con solo par de copas más, estaría realmente ebria.

-Cuentan que los ebrios dicen todo.

-¡Y escriben mejor poesía! -Añadí entre risitas. Él rio también-. Pero en todo caso, no estoy ebria. Ya te lo dije. ¿Sobre qué tienes curiosidad?

-¿De qué tendría curiosidad?- Puso cara de póquer mientras me alcanzaba un plato para que lo secara.

-Si supiera, no te estaría preguntando... pero el comentario tampoco salió de la nada. En todo caso, siempre que me has preguntado algo te he contestado con la verdad. ¡Sin una gota de alcohol! -Me salpicó con el agua-. ¡Oye!!!! –Puse mis pies en el suelo en menos de un parpadeo, pero Ravi ya me bloqueaba el camino para poder llegar al fregadero. Esto no va a quedarse así. Entonces, vi que aún quedaban vasos con hielo, por lo que fui por uno y se lo eché dentro de su camisa.

Morí a carcajadas mientras lo veía tratando de sacarse el hielo. Mientras más se movía más me reía. Una vez por fin el hielo salió de su camisa, Ravi se quitó los guantes que usaba para lavar los platos. Oh-oh. Corrí para en lado contrario, pero ¿mis pasos comparados con los del él? Era como la liebre y la tortuga. Me alcanzó en menos de un parpadeo, agarrando mis manos. Traté de liberar mis manos, pero él era fuerte y yo todavía estaba que moría de la risa, fue imposible.

-Me debes una disculpa.

-No, esto es culpa tuya -Intenté zafarme de nuevo, haciendo fuerza para atrás pero mi espalda prontamente encontró la nevera. Y el impulso que usé para tratar de soltarme, solo puso a Ravi cerca.

Dioses, demasiado cerca. Su cuerpo se pegó al mío, apresándome contra la nevera. Soltó mis manos y puso sus brazos a cada lado. Ahora sí estaba atrapada. Mi respiración se contuvo. Él era tan alto que tuvo que bajarse un poco. Esa expresión en su cara, era tan nueva para mí que me dejó volando. Su respiración acaricio mi rostro. Él estaba a punto de besarme. No tenía que ser adivina para saber eso, lo tenía todo escrito en su rostro. ¿Y yo? Yo moría por qué lo hiciera. No hubo momento de vacilación. Él bajó lentamente, mis labios picaron por la agonía pues la espera parecía eterna. Sus labios estaban allí, a centímetros de los míos. Mis ojos se cerraron en rendición...

...¡Y mi móvil sonó! Haciendo que Ravi se alejara inmediatamente con un suspiro, como si hubiese recibido un choque eléctrico. Me quedé atontada, allí por varios segundos. La frustración corría por mis venas, realmente tenía ganas de partir el móvil en dos o mandarlo a volar hasta la otra esquina de la cocina. Hacer cualquier cosa que significara deshacerse de ese aparato ruidoso. ¡Estaba tan cerca, tan malditamente cerca de que me besara!!!!