51

87 14 0
                                    



A estas alturas estaba nerviosa, ¿esto realmente estaba pasando? Mi corazón no salía de la impresión y casi me sentía estar andando en las nubes. Miraba su perfil tanto como podía, pensando en si estaba soñando. Me pellizqué par de veces para que solo el dolor confirmara que estaba despierta. Era tarde en la noche cuando me dejó frente al edificio, mientras yo reprochaba al edificio por aparecer tan prontamente.

-Nos vemos mañana Boo -Él estaba tan sonriente y estaba segura que yo reflejaba el mismo contento.

-Conduce con cuidado -Me bajé de auto con una sonrisa antes de que pudiera decir lo más empalagoso que podría decir en mi vida.

-¿Ha Neul? –Escuché cuando iba a cerrar la puerta, deteniéndome de inmediato-. Te quiero -Yo escuché bien, ¿verdad? Le sonreí entre la sorpresa y la felicidad que llevaba. Ni siquiera pude decirle que yo lo quería, porque la verdad es que esa palabra se quedaba corta. Además, ¿cómo podría soltarle eso sin agregar las cosas que le seguían a esa frase? Ya saben, ese discurso lleno de diabetes...

-Avísame cuando llegues a casa.

-Lo haré -Ah, ¿alguna vez iba a acostumbrarme a esa brillante sonrisa?


Llegué hasta la puerta del edificio con su vista pegada a mi espalda y a pesar de que Ravi acostumbraba a hacer eso, hoy me sentía diferente. Tenía miedo que fuera un sueño... que si me alejaba de él lo suficiente, cuando volviera a verlo nada de esto hubiese sucedido y yo solo estuve delirando todo este tiempo. Sin pensarlo tomé el móvil y lo llamé... Para cuando me percaté de lo que hacía era tarde.

-¿Hola? -Él trato de ocultar una risita en un intento de sonar serio. Guardé silencio por un momento, sin saber qué decir. De plano si abría la boca en estos momentos iba a salir todo mi lado cursi. Y eso era demasiado-. Esta es la primera vez que recibo una llamada tuya. Estoy emocionado.

-¿Ah, sí?

-En efecto. Ni siquiera preguntaré porque lo has hecho... Aunque sácame de dudas, ¿me has llamado porque algo sucedió?

-No, nada de nada.

-¿No tengo que preocuparme? -Ravi realmente quería asegurarse de que lo llamaba solo por el placer de hacerlo.

-No. Estoy subiendo las escaleras hacia mi apartamento.

-¿Escaleras? ¿Por qué no el ascensor?

-Me ejército. No todos tenemos una cita eterna en el gym.

-Tengo que mantenerme en forma -Bufé.

-Yo me mantengo en forma y no estoy encadenada al gym.

-¿De verdad?

-Sí, me ejército en las mañanas antes de salir a trabajar.

-Vaya, duermes menos de lo que pensé -Me encogí por la metida de pata.

-Me acuesto temprano -Dije apresuradamente. Lo menos que quería era que terminara preocupado por mi ciclo casi inexistente de sueño.

-¿Piensas que me creeré eso? -Se burló-. Voy a tener que dormir junto a ti más a menudo, al parecer es la única manera que concilias el sueño -Me reí de eso.

-Eso pasara en tus sueños.

-No estaría tan seguro de eso si fuera tú. Ya ha pasado tres veces -Guardó silencio momentáneamente-, y me aseguraré que hayan más -Puse los ojos en blanco.

-Ajá, como tú digas -Abrí la puerta de mi apartamento y me quité todo lo que pude, quedando lo más cómoda.

-¿Ya estás en el apartamento?

-Sí. Veré si hago algo de comida para llevarme para el trabajo mañana.

-¿Por qué?

-Extraño la comida de mi país, por lo que hoy me dedicaré a cocinar.

-¿Vas a poner música y tomar vino? -Me reí de eso, ahora ellos creen que bebo siempre que cocino.

-No tomo todo el tiempo que cocino. Eso solo pasa cuando la comida es elaborada... Aunque la música, eso no lo voy a negar.

-Me gustaría estar allí para verte en la cocina. Mis hermanos dicen que es toda una experiencia.

-Te has perdido todas las veces que cocinamos juntos. Es toda culpa tuya.

-Culpable. Pero has logrado que todos te ayuden si dudar. En definitiva eres algo -Puse la música y bajé el volumen un poco.

-Eso es solo porque no comen si no lo hacen. Ellos hacen todo con tal de no estar directamente detrás de la estufa.

-Sí, eso suena a ellos -Reí mientras me decidía en que cocinar.

-Claro que sí. Tengo la razón en esto... Oh, por cierto, no te pregunté si llegaste a ver lo que te prepararon las Starlights para celebrar el año de tu debut en solitario.

-Obviamente lo hice. Como siempre me sentí agradecido.

-Me faltan mensajes por hacerte llegar.

-¿En serio?

-Sí. Esta vez fueron muchos mensajes más de los que recibí en cualquier momento, pero con todo el trabajo no he podido terminar. Lo siento. Ya ves, eres el novio de muchas.

-No, te equivocas en esa línea. Soy el idol de muchas y el novio tuyo -Mentiría si dijera que no estaba encantada por sus palabras, pero tampoco se la pondría tan fácil.

-¿Ah, sí? No recuerdo haberte dicho que sí.

-Desde el día que supe que decías que era tu marido. Acéptalo Ha Neul, estoy haciendo esto como cortesía.

-No vas a dejar eso pasar, ¿verdad?

-No, para nada. ¿Por qué debería dejar de usar mi mejor tarjeta? –Ravi tenía un punto.

-Me pregunto cómo te habrás enterado de eso -No creía que precisamente visitara algunas de mis cuentas personales, porque no las sabe, ¿o sí? Aunque no me acuerdo a ver escrito públicamente exactamente esas palabras... ¿Lo hice?

-Es un secreto -Rio con suficiencia. Agh, nunca saldré de la duda-. Boo, llegué a la casa. Nos vemos mañana, ¿vale?

-Descansa entonces.

-Igual tú. Buenas noches.

-Buenas noches.

Colgué y me dediqué a la cocina, todavía pensando en sí de verdad estaba despierta. Entonces, como si me hubiesen echado un balde de agua fría recordé que Shin Hwa se quedó solo gracias a Ravi, quien me llevó a rastras. Debía estar preocupado y súper molesto... Mi vida estaba comenzando a ser un caos y no me había dado cuenta.

-Siento lo de hoy. Llegué perfectamente bien a casa -Le escribí en un mensaje. Realmente no tenía nada más que decir. Lo que pasó sucedió porque quise que pasara. Incluso aunque Ravi hubiese usado todas artimañas para llevarme, si me hubiese negado lo suficiente, él me dejaría ir.

Seamos realistas en este asunto. Mi cerebro no va de la mano con mi corazón. La lógica estaba ahí, pidiendo cautela, pero mis sentimientos hacían lo que les daba la gana, por lo que llegaba hasta la mitad del camino. Al final, me hubiese subido de todos modos. Tal como Ravi preguntó con esa boca con aire de saberlo todo: ¿vas a decirle que no a tu marido? Suspiré. La verdad era que no, con él mi negativa nunca dura más de lo que quisiera que lo hiciese.

Amor de Invierno (Vixx's Love Season Serie, #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora