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Me levanté por dos razones: el susto de haberme quedado dormida y por el peso de un brazo rodeándome. Mi cuerpo se congeló por unos instantes, porque sabía dónde estaba. Me había quedado dormida junto al grupo en el salón de práctica. Sentía un cuerpo demasiado cerca y quién quiera que me abrazaba lo hacía con fuerza. No tardé en reconocer quién era y querer morir. Ravi de alguna forma había llegado hasta donde estaba yo dormida, teniendo en cuenta de que él estaba a una distancia prudente, no entendía que hacía allí. Tampoco tenía idea como era que no había sufrido alguna agresión. Él acostumbraba a pegar mientras dormía, todos sus hermanos trataban de evitarlo a toda costa y aquí estaba yo, siendo retenida dulcemente.

Esperé varios minutos, disfrutando de su cercanía. Estas cosas no iban a pasar nunca más. Iba a quedarme un poco más de tiempo, pero me dio miedo de que alguno de los otros chicos se despertara o peor aún que otra persona entrara al salón. Tan cuidadosamente como pude me zafé de su brazo, sentándome a su lado viéndolo dormir. Era hermoso, para mí no había otro hombre como él. ¿Cómo podía verse tan niño y a la vez tan masculino? El misterio de la vida. No pude resistir trazar los planos de su cara con mis dedos. Primer recorrí los arcos de sus cejas, luego sus pestañas. Se escapó una sonrisa de mis labios. Él estaba tan profundamente dormido que ni por enterado que estaba siendo una total acosadora. Trace su fina nariz y luego esos labios, de los que siempre tuve curiosidad. Tal como siempre imaginé, eran suaves... Debía ser el cielo besarlos. Reí por lo bajo cuando él frunció el ceño aún dormido. ¿Con qué estaría soñando? ¿Su mente estaría creando una historia para una potencial canción?

Escuché a alguien cambiar de posición detrás de mí, por lo que me alejé como un rayo. Reprendiéndome mentalmente por ser tan estúpida. Si alguno de ellos se llegaba a levantar o entraba alguien, estaría completamente en problemas. Como si tuviera un resorte en los pies me paré inmediatamente y en silencio comencé a recoger todo lo que no pudimos ayer y cuando terminé me fui para dejarlos descansar. Aún faltaba tiempo para entrar al trabajo por lo que fui a mi apartamento para asearme y cambiarme de ropa. Puse un pie dentro del apartamento cuando mi móvil sonó.

-¿Dónde estás?- El mensaje de Leo me hizo arquear una ceja. Se despertó más pronto de lo que pensé.

-En el apartamento.

-¿Por qué no nos levantaste antes de irte?- Solté mis llaves encima de la mesa y caminé hasta mi habitación.

-Mmmh, porque necesitan descansar.

-Me debiste haber levantado al menos. No nos preocupes así -Pude ver claramente a un Leo más serio de lo normal escribiendo ese mensaje y lo único que pude hacer fue reírme. Este comportamiento era un poco incongruente a la timidez a la que estaba acostumbrada.-.

-Sí, oppa. Prometo no preocuparte en el futuro -Inmediatamente supe que era una promesa sin fundamento. Al final del día haría lo que quisiera porque siempre he sido así.-. Vayan a casa y no salgan. Descansen.

-Es lo que planificamos.

Eso quería decir que cuando volviera al trabajo no iba a encontrarme con ellos, de pronto me dieron ganas de quedarme en casa también. Un día sin ellos era completamente aburrido. Entonces pensé en lo rápido que nos acoplamos, nuestra camaradería era casi un milagro. Me preparé lo más rápido que pude, para volver a la oficina. No quedaba mucho tiempo como para sentarme a tomarme todo el tiempo de la vida. Mientras caminaba de regreso hacia una lista mental de las cosas que debía hacer. No eran muchas por lo que esperaba salir del trabajo temprano hoy. Caminaba por el pasillo para mi oficina rezando en no encontrarme con gente indeseable en mi oficina. Una experiencia como esa era suficiente. Solté un suspiro de alivio al ver mi oficina desierta. Como debía ser. Vi sobre el escritorio un bolso, me acerqué con curiosidad.

-No queremos que nuestra Starlight número uno se enferme. Come el desayuno antes de trabajar, ¿a qué no lo has hecho?- todos habían firmado la nota.

-Gracias chicos.- Escribí en el chat grupal.

-No hay de qué. Come.- Escribió Ken con muchos iconos.

-No habías desayunado, ¿verdad?- Hongbin. Este hombre no iba a dejarme pasar ninguna.

-¿Todavía le preguntas eso? Es obvio que no lo hizo- Gracias Leo por la fe.

-No trabajes mucho.- N siempre tan dulce.

-Cuídate más.- Hyuk, ese niño era un ángel.

-No te pases de lista.- Ravi... No le pregunté qué quería decir con eso, porque lo supe inmediatamente. Lo que quería decir era que no dijera que no estaba trabajando cuando en realidad lo estaba haciendo. Demonios, no podía salirme con la mía todo el tiempo.

-Desayunare ahora, gracias a todos.

Puse la nota en la esquina de la pantalla del ordenador y proseguí a comer. ¿Qué mejor forma de comenzar el trabajo? Estaba siendo mimada por ellos, como si los años que pase llenos de sacrificios para poder ser una buena fan por fin estuvieran dando frutos.


Amor de Invierno (Vixx's Love Season Serie, #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora