Sábado por fin llegó. Estaba ansiosa porque esta es la primera vez que saldríamos oficialmente a algún lugar, luego de haber ido al taller de baile. Decidí alisarme el cabello en un intento de no ser reconocida de inmediato, en el caso de que algo pasara... es más fácil identificar mi caótica melena rizada. Ravi me pidió que fuera con ropa cómoda, tennis, abrigo impermeable pues íbamos de caminata. Mi emoción iba en aumento, hace mucho tiempo que no salía de caminata, eso me ponía de mejor humor. Escogí un abrigo impermeable azul pálido porque su capucha me cubría la cara completamente, luego me preparé más minuciosamente que de costumbre.
-Estoy en el estacionamiento –El texto de Ravi me sobresaltó.
-Aun no son las tres -Dije al llegar al auto. Terminé detrás del volante y él siendo el encargado del GPS. No estaba segura de si quería dejarle precisamente este trabajo, pero cuando insiste como lo hizo en ese momento, no tenía mucho más que hacer.
-No podía esperar más –Habíamos puesto el auto en marcha, mientras Ravi decía:-. Además, está haciendo un día hermoso como para seguir esperando -Se quedó en silencio mientras me observaba-. Es raro verte con el pelo así, creo que es la primera vez. Te ves hermosa.
-Gracias -Me alegraba que mis horas en un intento porque mi cabello quedara deciente fueran compensados de esta forma-. ¿A dónde nos dirigimos? -Pregunté con impaciencia. Ravi sonrió.
-Sabrás cuando lleguemos -Eso no me daba ninguna información.
Los caminos conducían lejos de la ciudad, mientras él me daba indicaciones. Una hora y media después, aun no llegábamos.
-¿Falta mucho? -Guardó silencio-. Seguramente llegaremos mañana al lugar –Me quejé.
-Ya casi llegamos, dobla a tu derecha. Deja de ser tan impaciente -Resoplé. Buena suerte con eso.
Hizo que nos aparcáramos cuando llegamos a nuestro destino. Parecía ser un bosque de reserva natural. ¡Un bosque! Estando toda mi vida rodeada de bosques y a horas de una cálida playa, estar en Corea a veces me causaba estragos, pues extrañaba todas esas cosas.
-Tienes fotos de ti en el bosque en tu casa... supuse que ir de caminata era algo que hacías frecuentemente.
-Sí. Caminatas y campamentos en la playa eran algo que no faltaba en mi vida. Tenía que hacerlo aunque fuera una vez al mes.
-Ah, supuse que lo extrañabas. Por eso te traje aquí.
-Wow, no puedo creerlo. Me conoces mejor que yo misma -Se rio de eso.
-Tal parece. Vamos. También traje para hacer un picnic -Abrí los ojos asustada-. No he cocinado yo, no me mires de esa forma -Reí.
-¿mirarte cómo?
-Como si fuera una tragedia que yo hubiese preparado la comida -Ahora solté una carcajada, porque tal vez me asusté un poco.
Al bajarnos del auto y antes de adentrarnos al verde, Ravi tomó la mochila del baúl y se paró justamente frente de mí. Me dio un beso en la frente antes de arreglar la capucha de mi abrigo en su lugar, luego tomó mi mano. Nos encontramos con escasas personas por el camino que escogimos. Yo me divertía tomando fotos de todo, incluyéndonos. Era gracioso ver a Ravi aquí, teniendo en cuenta de su pavor a los insectos. Verlo correr, huyéndoles me hacía querer tirarme al piso y reír hasta morir.
-Encontremos un lugar para establecer el picnic -Sugirió Ravi con la respiración entrecortada. Era comprensible que caminamos quién sabe cuánto tiempo.
Repentinamente comenzó a llover sin ningún aviso. ¿Qué rayos? Cuando llegamos el sol estaba perfecto. Bueno, era comprensible teniendo en cuenta el lugar en donde estábamos. Él corrió a refugiarse en una cueva que estaba frente a nosotros. Juro que es un gato que le tiene miedo al agua. Yo como siempre me demoré un poco, disfrutando el momento. La lluvia y el bosque me hacían volver a casa. Me refugié porque el hombre ya me miraba seriamente, siempre preocupado de que agarre un resfriado. Ravi comenzó a decir algo, pero puse un dedo en sus labios.
-Un poco más, quiero escuchar un poco más -Se quedó como estatua ante mi contacto, haciendo que soltara una carcajada. Él podía ser tan inocente a veces. Tal como esperaba, guardó silencio, dándome lo que pedí. Entonces me dediqué a estudiarlo atentamente, no me cansaba de hacerlo. Adoraba sus finos rasgos.
-Cántame -Pedí.
-¿Qué?
-Por favor -Uní las manos en suplica. Ravi suspiró y comenzó a cantar sin mirarme. Me recosté en su pecho, escuchando el latir de su corazón y su voz retumbando en mi oído. Inmediatamente sus brazos me rodearon.
-Te tengo una sorpresa -Soltó de momento.
-¿Otra más? -Lo miré curiosa. Sacó una cajita de su bolsillo.
-Sé que ya te regale uno, pero este es especial -Me tendió la caja y cuando fui a tomarla la quitó rápidamente.
-¿De qué hablas? -Estaba impaciente y a él le daba con jugar. ¿En serio? Intenté agarras la caja, pero ¿su altura comparada con la mía? Quitársela fue un acto imposible. Con una amplia sonrisa, dejó de molestar, dándome la caja que arrebaté de sus manos con alegría antes de que volviera a sacarla de mi alcance.
Encontré adentro otro colgante. Uno con una bonita forma intrincada. Lo miré con curiosidad porque no lograba descifrar lo que significaba. Parecía ser media luna, pero con los rayos de un sol, del extremo de arriba de la luna, colgaba un pequeño corazón con una pequeña piedra roja. Él no le explicó nada, solo lo puso en mi cuello. Quedaba perfectamente varios centímetros más abajo del colgante de safiro. Como si Ravi hubiese tomado todo eso en consideración. Cada vez que demostraba que pensaba en mí tanto como yo lo hacía en él era algo que me dejaba brillando de felicidad.
-¡Es precioso! Gracias... -Interrumpí lo que iba a decir cuando sacó de debajo de su camisa una cadena más larga, pero con el colgante similar. Era el mismo, pero sin el corazón. ¿Acaso iban a juego?
-Van a juego –Explicó como si leyera mi mente-. ¿Te gusta? -Asentí vehementemente-. Tiene un significado cursi –hizo una mueca, casi avergonzado- y estuve pensando mucho tiempo por un dije perfecto antes de mandarlo a hacer para nosotros. Es único en su clase.
-¿En serio?
-Sí, lo diseñé yo -Mi muerte con este hombre cada vez estaba más cerca.
-¿Qué significa? -Él se sonrojó un poco ante la vergüenza. ¿De verdad era tan cursi? Reí, por alguna razón no me sorprendía.
-Se hacen uno si los unes -Eso era adorable. Dudo un poco antes de volver a hablar-. Unidos hacen una luna llena y un sol que encierra un corazón. Lo que significa eternidad, calidez, serenidad, complemento... En fin, nosotros. Demasiado cursi, ¿verdad? -Me quedé un rato pensando, la eternidad era representado por el sol y la luna, calidez por el sol, serenidad por la luna. Complemento, un collar complementa el otro. Esto representa a nuestra relación a través de sus ojos. En efecto, era lo más cursi en mi vida, pero ¿importaba cuando esto era lo que significaba para él? Lo besé por qué no encontraba palabras para agradecerle todo, y expresarle el amor que sentía.
-Es hermoso. Gracias.
-No puedes quitártelo. Son las reglas -Reí.
-Nunca dejas de sorprenderme -Ravi se veía aún con vergüenza-. Tu secreto está a salvo conmigo, no le diré a nadie que eres un hombre cursi –Sonrió y me abrazó con fuerza.
Nos dispusimos a disfrutar del picnic que planificó. Era asombroso tenerlo allí conmigo. Aunque adoraba todas las versiones de Won Sik, prefería esta. Es algo difícil de explicar... Él parecía más alegre, cariñoso y juguetón mientras estábamos juntos. Si en el pasado una persona me hubiese dicho que me llevaría de esta forma con él, seguramente le hubiese pegado por la mentira. Pero ahora disfrutaba de todos esos momentos, porque eran la realidad que soñé por mucho tiempo.
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Amor de Invierno (Vixx's Love Season Serie, #1)
FanfictionLorena, una latina que va a Corea a trabajar con Vixx, siendo su traductora. Ella que desde el comienzo del grupo le ha dedicado todo el tiempo de su vida, por fin conoce a sus idolos. ¿Qué pasa cuando llega y conoce a su bias? ¿Qué contratiempos...