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Estábamos pasando un rato agradable entre bromas y risas. Estar con ellos de verdad es un regalo. Me hacían sentir cálida, bienvenida, como si ellos me abrazaran todo el tiempo. Era una más en su familia y que eso haya pasado en tan poco tiempo no dejaba de sorprenderme. Ellos llevaban un buen tiempo preguntándome frases para aprender en diferentes idiomas y poder comunicarse más con las Starlights. Nos reíamos por sus pronunciaciones, estos hombres no se dejaban pasar ninguna. Entonces un pensamiento me golpeó como un tren:

-¡Dejé el ordenador portátil en casa! Oh, no.- Me tiré entre las almohadas dramáticamente. Leo, que estaba sentado junto a mí en la cama, me miró como si hubiese perdido la cabeza.

-¿Estás pensando en trabajo ahora?

-¿Ustedes no? ¿Quiénes me llevan preguntando frases hace una hora y media?- Ravi, quien estaba sentado en el suelo, recostando su espalda en el gavetero al lado mío, comenzó a reírse.

-Tienes un punto- Luego me miró de forma acusadora-. No estabas pensando en ponerte a trabajar tan pronto fueras a la habitación, ¿verdad?- Caray, ¿por qué él me leía tan bien?

-¡Tengo fotos nuevas que debo subir!- Ravi abrió la boca para hablar pero N se adelantó.

-Puedes descansar antes de subirlas.- Él miraba como si quisiera sedarme para que durmiera.

-No te excedas -dijo Hongbin-, ¿nos quieres preocupar hasta la muerte?- No, no era eso lo que quería, pero trabajo era trabajo.

-Si no podía subirlas yo, al menos podía sacarlas de la cámara y enviarlas a mi equipo de trabajo.

-Ya, ¿realmente piensas que nos creeríamos eso?

-No me ayudas a la causa Hyuk. Gracias- le lancé con una almohada.

-Debes descansar esta vez, no siestas.- Era la primera vez en mucho tiempo que veía a Ken tan serio.

-A dormir.- Finalizó Leo. Los miré a todos sorprendida.

-¿En serio? ¿Todos me están enviando a dormir?

-Sí.- dijo N y ninguno hizo un ademán para negarlo.

-Ustedes también deberían considerarlo. Tienen una agenda apretada en pocas horas.

-No quiero ser aguafiestas, pero ella tiene razón. Quiero dormir yo también, adiós.

-Waaa, tú siempre tan sutil, Leo. Como una ráfaga de viento -tomé silencio antes de añadir-, en una tormenta.- Haciendo que todos volvieran a estallar a carcajadas.

-Sí, ese es él.- Dijo Ken.

Así fue como el grupo comenzó a despedirse y a salir de la habitación de Leo. Otra vez fuimos caminando, dejando que cada uno entrara a su habitación. Ravi y yo fuimos los últimos. Bostecé y ahora que no estaba con ellos, el cansancio me estaba cayendo encima.

-Debes estar cansada.

-¿La verdad? Estoy muerta, pero no me quejo.

-Has trabajado duro, ve a descansar. Buenas noches.- Sonreí.

-Descansa tú también. Buenas noches. Me iré yo primero.- Él volvió a quedarse allí, en la espera de que entrara. Logré entrar temblando de pies a cabeza pues aún sentía su intensa mirada puesta en mí.

Cerré la puerta detrás de mí con un suspiro y caminé como poseída a la cama. Ellos realmente tenían razón, debía descansar. Mi cuerpo me estaba pasando factura. Normalmente siempre pasaba luego de tres o cuatro días sin dormir bien. El insomnio era parte de mi vida desde hace mucho tiempo. Me acomodé en la cama y me quedé dormida con Ravi en la mente. Como siempre...

Amor de Invierno (Vixx's Love Season Serie, #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora