Cyclonno

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Lo que me volvió loco

El invierno comenzaba, era una época bastante fría y triste, al menos para algunas personas. Las calles estaban vacías y sin vida, pues con el frío que hacia todos se mantenían en casa. Y ahí se encontraba uno de nuestros protagonistas, Juan, caminaba tranquilo... Pero creó que esto no me corresponde contarlo...

Narra Juan

Andando por la calle, mis pasos eran quienes decidían el camino. El eco del silencio, era la única melodía que me acompañaba, aparte de mi cigarrillo. Los pies llenos de agua y barro por la lluvia, dios, que frío que hacía. Buscando refugio me decidí a entrar en el pub, pedir un baso de whisky para tener con quien hablar...

La puerta se abre y trae más sombras errantes, entonces lo vi, un dios delante, su brisa fue mi huracán. El impacto inicial no se pudo mejorar, mis ojos fueron presos de su manera de andar, 
algo sobrenatural, no lo puedo explicar, su firma marcaba el aire y eclipsaba lo demás. Mis latidos a doscientos, mi mirada en su cuerpo, ¿Y si voy y me presento? ¿Está sólo? ¿A quién espera? Bebía de su gin-tonic con tanta delicadeza, mientras miraba el móvil se apoyaba en su cabeza. Se encontraron las pupilas, fue puro magnetismo,
aquel iris irradiaba fuego, magia y erotismo. No he vuelto a ser el mismo, después de aquellos ojos y el revuelo de su corto pelo, me llegó como un seísmo. Cogió aquella copa se fue directo a bailar.

Me quedé observando, era la aguja del pajar, ese chico podía eclipsar hasta a la mismísima Afrodita, tanta perfección en él... Parecía una estrella que no dejaba de brillar en cada movimiento que hacia, decidido me puse delante de él, nos rozamos piel con piel, intente seguir su ritmo pero pare y lo miré, como pidiendo disculpas por lo torpe de mi pies. Su sonrisa completo él motivo de mi locura, mirada negro azabache que derroche de belleza. Me acarició la cara y se alejó caminando, se perdió entre la gente, como verso en la poesía,
como mi alma en aquel baile, como el sol después del día. 

[...]

Hoy, como cada noche, escribo desde aquel pub, con un gin-tonic en la mano, esperando verlo entrar para repetir aquel día o al menos preguntarle su nombre...

No hay momentos en que no piense en esa mirada, en su preciosa sonrisa o en ese perfecto y lindo cuerpo... Quiero encontrarlo

[...]

O

tro día que despierto entre sábanas y almohadas, 
la alarma me taladra y me ladran desde el WhatsApp. 

—Ahh... Tio, ¿que pasa?—Pregunte cansado.

—¡Estas llegando tarde, Juan!—Grito Miguel del otro lado de la linea. Colgué y me puse la mano en la cara.

Me levanto sorprendido, quiero espabilarme y me sacudo bien la cara. 

—Despiértate Juan— Decia una y otra vez, el tiempo se me acaba. 

Me visto, desayuno, cojo llaves y cartera, salí corriendo, espero el ascensor y esa espera me desespera. Llegó y me adentro, nueve pisos por debajo, 
comienzo a descender...

—Mierda, se ha parado— Maldeci por lo bajo.

Como rey de los cielos, su figura entro en escena, lo puedo distinguir entre legañas, es él. 
En el séptimo de los cielos, allí mismo cara a cara. 

—Buenos días —Me saluda y el tiempo solo se pasa. 

—B-buenos di-días—Tartamudeo, a penas sé bien qué decir.

Hermoso, precioso, es perfecto para mi. Menuda situación la mía, a centímetros de él, los pisos pasan lentos y el aliento se me congela. Sus labios son tan finos, su pelo desarreglado, sus manos me recuerdan el amor que no he tenido. 

Nos quedamos en silencio la mirada cabizbaja, yo con el orgullos por los suelos, la sola presencia de él sola me rebaja. Delicada porcelana, no me muevo por si acaso, parece tan frágil, el amor que yo he buscado. Afortunado, ilusionado, no sé que sentir. 

¿Le pregunto un qué tal o quizás se va a reír? Jamás había sentido tanto amor en un instante, lo miro de reojo con perfección constante. Las pulsaciones de mi cuerpo se aceleran y esto crea 
que todo gire a una idea y es él.

Siento que el mundo frena, noquiero que se baje sin decirle que me llena, que lo miro cada día en mi mente y que estoy enamorado, que sus sueños más profundos sean los que yo he soñado, que he viajado por estrellas y ninguna me ha saciado, que me de oportunidad de poder tener su mano, que lo quiero y lo deseo y él no escucha mis versos, él centra su atención en salvar ese momento, yo lo observo, cojo aire, estoy dispuesto a lo que sea...

¿Pedirle una cita?

¡Espera!, ¡Frena!

Tantas cosas que mostrar y dudo en la manera. En ese mismo instante él abre esa gran puerta.

—Hasta luego—Se despide y me sonríe y yo no sé ni lo que hago, 
guardo silencio el momento ha terminado...

•Narrador externo•

Jose, aquél perfecto chico del que hablaba Juan, salio del ascensor sin darse cuenta que el moreno quería decirle algo, antes de salir volteó su mirada. Juan se encontraba cabizbajo, lo miro unos segundos y suspiro...

››Si tan solo tuviera el valor de ir a abrazarte, lo haría... Pero no puedo, lo siento‹‹ Pensó y después de un suspiró abrió la puerta saliendo de ese lugar.

Ambos habían dejado pasar la oportunidad de sus vidas, por miedo...

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Pedido de gaby_alvarado1999

Este One-Shot esta inspirado en la canción de “Lo que me volvió loco” de Xenon.

Pedidos, criticas o cualquier cosa son bienvenidos en comentarios.

(Por cierto el pedido de 2710linares sera publicado justo después de este pueden encontrarlo en mi perfil)

≥Okumura≤

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