Zarcronno

633 36 11
                                    

»Se recomienda poner la canción de multimedia para mejor ambientación«

Amor adolescente.

La adolescencia es aquella etapa donde descubrimos muchas cosas, nuestros gustos musicales, si te gusta bailar, si prefieres los deportes, donde haces amigo que lo son todo y también donde encuentras el primer amor de verdad, un amor puro e inocente, lindo y a la vez implacable...

Un amor que se siente tan serió, tan duradero... Ese amor tan paralizante, tan frágil y fuerte a la vez... Donde hasta el más mínimo e insignificante detalle lo es todo...

Comienzo de la historia.

Juan y Miguel estaban uno frente al otro en el patio trasero de un salón de eventos, bastante lindo a decir verdad, en el lugar más escindido que habían encontrado... Se encontraban ahí parados, de frente y Juan tomo la mano del mayor entre la suya mirándolo a los ojos, se podía sentir como ambos temblaban levemente y las palabras no salían.

—¿Q-que... Que q-querías decirme?— Pregunto Miguel tartamudeando dulcemente.

—Migue... Y-yo quería decirte Q-que —Juan estaba nervioso, suspiro con miedo —C-creo que tú... Me gustas —Admitió lo último en tono bajo, débil y temeroso con su mentón y mirada hacía abajo.

—T-tu también me gustas —Dijo Miguel despacio y sonriendo.

El menor de los dos alzó la mirada y contempló a Miguel como si sintiese que aquellas palabras eran una broma el mayor.

—Lo digo en serio... Tú, ¿quieres ser mi novio?—Dijo Miguel ya no tan temeroso como antes.

—Si —Fue lo único que Juan atinó a decir.

Después de aquello ambos se cuestionaban que hacer, era la primera vez que ambos pedían algo como eso, no sabían si era correcto, si debían decir algo más o no... Las dudas los carcomían por dentro, Juan se acercó un poco mas a Miguel y este también, el moreno paso una de sus manos a la mandíbula de Miguel, la dejó extendida y sin saber del todo se aproximó a los labios de Miguel.

El primer beso de ambos, era un beso torpe de parte de ambos y bastante inocente, solo el movimiento de los labios... Pero para ellos eran un momento mágico, como si todo el ruido del salón, del patio, todo hubiese desaparecido. Solo quedaban ellos dos y su tacto.

—¡Juan, Miguel! —Llamaron sus padres.

Los chicos se separaron al instante, Miguel estaba rojo completamente y Juan solo un poco pero no se le notaba tanto como a Miguel.

—Oh, aquí están. Vamos a casa, niños, es tarde —Dijo la cama de Miguel que iba acompañada por la de Juan.

Los chicos asintieron y se aproximaron a sus madres con la mirada baja.

—Migue, ¿te sientes bien? Estas muy rojo —Dijo la madre del menor a Miguel.

—S-si, estoy bien es sólo que...

—Miguel tropezó frente a personas, sólo tiene vergüenza. ¿Verdad, Migue? —Dijo Juan, cubriendo a Miguel y sus nervios.

—S-si, eso —Dijo el mayor.

Llegaron al coche en el que iban todos juntos, era bastante espacioso y tenía espacio para los seis, Juan y Miguel iban al final... Donde nadie podía verlos, Juan paso su mano hasta la de Miguel y entrelazo sus dedos mientras que el mayor se dejo caer en el hombro de Juan cerrando sus ojos.

One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora