Zarcronno

591 28 3
                                    

[No es continuación del anterior, en la nota explicó mejor]

Sin titulo

—Meira. Levanta. Hoy te vas —Le llamo un policía golpeando los barrotes de su celda.

Juan suspiro cansado. Por fin. Anhelaba la libertad desde que lo habían metido a aquel lugar, había pasado bastante tiempo de aquello... El papeleo fue rápido de terminar pues habían comenzado hace unos días, le entregaron a Juan las pertenencias que llevaba el día que lo apresaron y lo dejaron salir.

[...]

Llevaba media mañana vagando, decidió ir al lugar en el que vivía antes con los de la calle... Al llegar, se llevó la sorpresa de que la casa estaba habitada y demasiado pulcra. Como se suponía que tenía que ser semejante casa, que claramente estaba en una colonia de personas de clase alta, muy alta en verdad.

—Maldita sea —Susurro molesto al recordar que en aquel lugar, había escondido la razón por la que lo habían encerrado.

—Disculpe —Le llamo la atención una voz suave que pasaba a su lado pidiendo permiso ya que estaba parado en mitad del lugar.

Juan no le prestó micha atención al chico que paso a su lado y encendió el móvil viejo que tenía, con suerte aún le quedaría una persona que lo podría recibir temporalmente... Llamo y esperó los tres tonos.

—Hola, em, ¿Hablo con Jose Marcos?—Le cuestionó a la persona cuando contesto.

—No, el no se encuentra en casa, pero yo soy su novio y puedo darle su mensaje si quiere, solo digame su nombre y lo que desea —Sin duda, era la voz de otro chico.

—Eh, solo digale que soy Juan, que me gustaría hablar con él, que me devuelva la llamada en cuanto pueda —Dijo el moreno.

—Esta bien, yo se lo digo —Dijo el del otro lado de la linea.

«Yo llevándome la condena solo y el hijo de puta decide conseguirse alguien mientras no estoy» Pensó Juan.

No le molestaba el hecho de que Jose se tirara a otro chico mientras él no estaba, sabía que lo que tenían antes de la cárcel no eran nada más que encuentros sexuales ocasionales, además de ser amigos, lo que le molestaba de cierta manera es que a su “amigo” no se le ocurriera por lo menos estar el día en que salía libre de la condena que deberían haber hecho juntos y de la cual se libro por ser menor de edad y por ser quien menos cosas llevaba encima.

[...]

—Gracias por dejar que me quede —Agradeció Juan entrando al departamento de Jose.

—No es nada, hermano, es lo mínimo —Dijo el menor.

—Si, hablando de lo mínimo —El moreno dejo de lado todo y comenzó a acorralar a Jose en la pared —Quiero pensar que eres listo, y que te diste cuenta que nuestra antigua casa ahora está habitada... —Juan tenia intención de poner nervioso a Jose y estaba funcionando —Dime, bonito, ¿sacaste de ahí el dinero o? —Jusn puso su mano en la mejilla de Jose despacio.

One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora