Zarcronno

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Sin titulo

Miguel se encontraba escuchando a sus amigos hablar sobre una pagina que Jose había encontrado por ahí, según lo que contaba su amigo servía para encontrar "Sugars Daddy" o "Sugars Baby", según lo que tu fueras, y decía que el había probado hacia ya dos semanas y que no le había ido mal.

—Ya, pero es que tu eres un ofrecido, Jose —Dijo uno de sus amigos, inclinándose hacia atrás para que su espalda chocara con el respaldo.

—Eso, yo no lo haría... La mayoría seguro que son viejos —Marcos hizo una mueca leve de asco al imaginarse aquello —No me tiraría a un viejo que casi podría ser mi abuelo —Los tres soltaron una pequeña risa, pero Miguel permaneció mirando la nada, pensando.

—No todos son viejos, ni todos quieren solo follar —Dijo Jose recargándose en el hombro de Miguel —Con el que salí la semana pasada solo fuimos al cine —Los tres chicos y Miguel miraron a su amigo.

— Todos sabemos que ir al cine con alguien que pudieras manosear no era solo "ir al cine" —Dijo Alejandro haciendo asentir a los otros.

—Yo también creía eso, pero él al parecer no... Solo me toco para saludarme y despedirse, después solo hablamos y tal, además me pago bien por eso  —Dijo el chico levantándose del hombro de Miguel para ver a sus tres amigos.

—¿Cuanto? —Le cuestiono Marcos.

—500 euros —Dijo Jose simplemente.

Marcos y Alejandro intercambiaron miradas como si calcularán cuanto dinero podrían ganar ellos con eso, Jose era guapo y además tenía ese toque de inocencia a veces que gustaba a muchos chicos, así que era normal para él ir por allí coqueteando y siendo lindo con desconocidos.

—Sigo creyendo que es mala idea, Jose —Dijo Miguel mirándolo.

—¿Por que?—Le cuestionó el menor.

—Podrían hacerte daño, acabas de cumplir los 16 años y eres súper confiado... —Miguel hablo como si no fuera mayor que Jose solo por meses — Alguien podría robarte y no se, todo eso —Dijo y Jose viro los ojos.

—Comienzas a sonar como mi madre —Miro atrás de Miguel y llamo la atención de un joven que pasaba —Pedro, dile a tu primo que deje de sermonearme por todo —Nidio haciendo un puchero al chico que rió levemente.

—Miguel me sermonea hasta a mi que soy mayor —Dijo Pedro para después poner sus manos sobre los hombros de su primo menor —Ahora... Tú y yo iremos a casa, adiós chicos —Pedro soltó a su primo y el menor se estremeció para después tomar su mochila.

—Hasta mañana —Se despidió de sus amigos caminando detrás del mayor.

Los amigos de Miguel no notaron en él ese nerviosismos quede presentaba automáticamente al escuchar pronunciar el nombre de su primo o escuchar su voz... El menor camino mirando al suelo y cuando llegaron a el coche Pedro le abrió sonriendo la puerta del copiloto.

—¿De que sermoneabas a Jose?—Le cuestionó el mayor al salir del estacionamiento.

—De una tontería que hizo... Nada importante —Le resto importancia, no le diría de lo que hablaban jamas, menos si se trataba de ese tipo de cosas.

—¿Estas molesto por lo de ayer? —Le cuestiono mirándolo de reojo, Miguel lo miro.

—¿Por que lo estaría? Eres bueno conmigo —Fingió su sonrisa y volteo a ver la ventana, manteniendo la sonrisa. Había aprendido con el paso de los años a repetir lo que hacia feliz a Pedro y fingir muy bien.

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