Cyclonno

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Sin título

Jose respiró profundamente y cabeceó mientras leía sus apuntes para el examen, sus ojos estaban por cerrarse hasta que uno de sus amigos se acercó a golpear su mesa.

—Ey, tuviste una noche divertida, ¿no? —Juan le sonrió.

—Ya quisiera... —Respondió Jose simplemente —La pase estudiando para los exámenes, ¿tu no?

—Nah, la pase con Bel, fuimos al cine y a caminar al parque... —Juan sonrió como lo que era, un tonto enamorado.

—Y por algo terminas en recuperación.

—No, por que tengo un buen amigo que me dará un resumen fácil de todo lo que estudio, ¿verdad, Jose? —Le sonrió como un niño pequeño.

—Será la última vez que lo haga, no puedes dejar de prestar atención tus obligaciones por Susan...

—Es que es muy difícil. Ella es... Ni siquiera sé como explicarlo, Jose —El sonreía feliz y su amigo hizo un gesto de fastidió con los ojos.

—Suenas tan cursi en este momento que me empiezo a sentir preocupado, ¿qué clase de brujería te hizo ella?

Juan rió por el comentario de su amigo.

—Se nota que no haz estado enamorado, pero no te preocupes lo estarás algún día... Pero por el momento, resume todo eso por que no sé nada.

Jose comenzó a hablarle de los temas del examen pero para ser sinceros la mente de Juan era caso perdido desde que había conocido a aquella chica cuyo  nombre era Luzbel, se notaba en él cuanto la amaba y que haría cualquier cosa por ella... Jose lo notaba, al igual que todos, pero a él le lastimaba de cierta forma ver como su amigo se desvivía por esa chica cuando él lo quería como algo más que un amigo...

[...]

En la hora de descanso se veían con sus otros dos amigos e inevitablemente llegaba a ellos Luzbel con tres de sus amigas que claramente cada una estaba interesada en los chicos solteros

—Hola, amor —La chica se sentó en las piernas de Juan y le abrazó dejando que el moreno le de un beso en la mejilla.

Las demás chicas también se sentaron y comenzaron a hablar como normalmente, Jose veía de vez en cuando a su amigo con Luzbel y aunque sentía una molestia leve en su corazón sabía que Juan no se fijaría en él por que a Juan siempre le habían gustado las mujeres y eso no cambiaría, mucho menos con una chica como Luzbel a su lado.

—Bro... —Pedro intentó llamar su atención.

—Jose... —Juan también al ver que Pedro no obtuvo resultados.

—¡Jose Marcos! —Miguel grito e hizo sobre saltar a Jose.

—¿Si?, ¿Que decían?

—Tu siempre estas en las nubes, estábamos diciendo que para el cumpleaños de Laura queríamos hacer una fiesta, solo nosotros. ¿Vienes verdad? —Luzbel fue quien habló.

—Uhm... No lo sé, haré lo que pueda pero no les aseguró nada, ya saben que trabajo.

—¡Jose, deja de ser tan correcto por una vez en tú vida!, ¡Di que vienés y ya!, ¡Yo me hago cargo de lo demás! —Juan le sonrió.

—... Esta bien, iré.

[...]

Como normalmente llegaba una hora del día en la que Jose se quedaba solo al lado de Luzbel, pues Juan entrenaba baloncesto con el equipo y ellos se quedaban ahí para esperarlo.

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