Cyclonno

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Sin titulo.

Casi ninguna persona se acercaba a Juan por miedo, era un chico muy raro y alrededor de él había un sin fin de rumores sobre problemas mentales, tendencias sádicas y cualquier cosa retorcida como que había asesinado a sus padres o cosas por ese estilo. Jose era nuevo en el instituto de Juan, no eran muy agradables ahí y nadie se había acercado a él... Estaban en el descanso y Jose observo mientras caminaba a un grupo de tres personas que empujaban a un chico que solamente se encogía levemente recibiendo los empujones, sintió su sangre arder en ira, odiaba demasiado a las personas abusivas así que se acerco y se metió a donde estaba el chico.

—¿Que quieres, nuevo? —Le dijo el que parecía mandar a todos.

—Que dejen al chico —Sentencio Jose haciéndole frente sin importar que era más alto que él.

—¿Acaso no sabes quien es él? Es un puto loco, un idiota...

—El único idiota que veo aquí es a ti, nada justifica que le hagan daño y la próxima vez que los vea haciéndolo... —El tipo no le dejo terminar por que le empujo.

Juan estaba detrás de él así que no le permitió caer al suelo.

—¿La próxima vez que nos harás?, no eres mas que un niño que habla mas de lo que actúa, la próxima vez te le unirás —El chico iba a empujarlo pero Jose sostuvo su mano y la doblo causándole dolor.

—¿Que decías?—Le cuestiono con burla, después lo empujo hasta el suelo —No es lo único que se hacer, y te lo demostrare cuando le vuelvas a hacer algo —Amenazo Jose, ninguno de los compañeros del chico se movió, Jose tomo el brazo del moreno y lo obligo a caminar.

—G-gracias... —Dijo el chico bastante bajo —Pero no deberías haberlo hecho, ahora también te molestaran a ti —Jose lo miro como si hubiera dicho la cosa más estúpida de la vida, Juan removió su mirada incómodo.

—No importa que me molesten, al menos sé que hice algo bien. Yo no permitiré jamás que molesten a alguien de esa forma, es cruel —Respondió y Juan le sonrió ladeadamente.

—Me llamo Juan, ¿y tú? —Le preguntó aún bajo.

—Soy Jose —Respondió amigable. —Ahora que te recuerdo bien, estas en mi clase, ¿cierto?—Preguntó y Juan miro al suelo pensando en que ya le habrían dicho algo de él en esa clase a la que había faltado por llegar tarde.

—Uh, si... —Respondió con algo de miedo y duda en su voz.

—Que bien, me gustaría llevarme con alguien, aquí todos son muy antipáticos... Pero tú pareces diferente —Dijo Jose animado.

—Lo soy... Lo soy —La segunda afirmación la murmuró más para él que para Jose.

Jose detallo bien a Juan, no sabia por que no se defendía él mismo de esos tipos. Juan le sacaba una cabeza de altura a él, era delgado pero si se lo proponía estaba seguro de que podría intimidar a más de uno. Siguieron hablando hasta llegar a el salón de clases, se sentaron juntos y siguieron charlando, cuando el salón se empezó a llenar Juan cesó la plática.

—¿Por que te quedas callado? —Le cuestionó Jose.

—No es bueno que te vean hablando conmigo —Dijo Juan bajo.

—Joder, ya te dije que no me importa lo que digan. Yo quiero que hables conmigo, quiero ser tu amigo —Dijo Jose sonriendole a Juan —¿Me dejarás ser tu amigo o harás lo que ellos quieren que hagas?—Le cuestionó Jose y Juan lo miro a los ojos.

—¿Que era lo que me contabas sobre Almería? —Respondió con otra pregunta que dejo satisfecho a Jose.

Mientras ellos hablaban podían sentir las miradas de otros sobre ellos, los murmullos también eran evidentes: “Al parecer el loco ese se consiguió otro igual”, “¿Y que crimen creen que haya cometido este?”, “Como si no nos bastará con un rarito, ahora hay dos” y un sin fin de cosas despectivas a ambos.

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