Zarcronno #2

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Miguel pasaba hablando con aquel chico desde que llegaba del instituto hasta que el sueño le vencía o hasta que el otro chico dijera que tenia que irse. Faltaba una semana para que Pedro volviera pero Miguel parecía mas interesado en el presente.

"Hola, pequeño"

Fue lo primero que vio al abrir su portátil, sonrió inconsciente y tecleo.

"Hola, creí que hoy estarías trabajado"

Observo la pantalla sonriendo ladeadamente hasta que le respondió.

"¿Acaso me estas corriendo, Miguel?"

El chico al otro lado de la pantalla también sonreía, bajo su mirada solo un minuto para terminar de leer el papel que le habían entregado aquella mañana, pero al instante sonó un mensaje.

"Sabes que bromeaba, me gusta hablar contigo"

El joven humedeció sus labios un poco y después volvió a sonreír. 

"A mi también"

Por la puerta apareció aquella señora que tanto lo cuidaba que sonrió al ver esa sonrisa en Juan.

—Una sonrisa demasiado linda como para ser solo por una buena propuesta —Ella le dejo el té sobre la mesa 

—Imaginas cosas, Nana... Es la sonrisa de siempre —Dijo Juan agradeciendo el té con un gesto.

—Soy vieja pero no soy ciega, Juan —Dijo ella para después salir de la habitaciones.

Juan ignoro aquella insinuación que le parecía descabellada y siguió hablando con Miguel preguntándole como había sido su día y que había hecho a lo que el menor respondió y pregunto igualmente.

[...]

Miguel llego a casa y tomo un pan de la cocina para subir corriendo a su ordenador, sonrió al ver mensajes de Juan.

"Te tengo una buena noticia"

Leyó e intrigado escribió.

 "¿De que se trata?"

Paso cinco segundos con una intriga que le carcomía por dentro, esperaba que en verdad fuera buena.

"Iré a Almería para suplir a alguien, pasare ahí tres meses mas o menos"

La sonrisa que se mostró en los labios de Miguel fue grande, pero muy dentro de él sintió miedo, miedo de que Juan fuera igual que Pedro...

"¿Cuando llegaras?" 

Cuestiono para después mirar el calendario que tenia, rezo por que no fuera aquel fin de semana pues Pedro volvía justo aquel día.

"Este fin de semana, el domingo"

Maldijo mentalmente, no podría verlo ese mismo día, ni esa semana al menos, sabia como era Pedro llegaría ansioso y no tendría piedad por él. Juan, por su lado miraba la pantalla, estaba ansioso por conocer a Miguel pero que el menor no le respondiera rápido le hizo pensar un poco.

"Pero no te presiones, podemos vernos si quieres, y sino no"

Miguel suspiro un poco y respondió.

"Si quiero verte, pero mi primo llega justo ese día también, no me dejara salir en un tiempo"

Juan alzo una ceja levemente, cada que Miguel mencionaba a su primo hacia ese tipo de comentarios, como si su primo manejara todo sobre él.

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