Por conveniencia
Andrea y Jose estaban sentados uno al lado del otro, la joven lucía su más hermoso y fino vestido mientras que su hermano un traje de alta costura. Ambos miraban la ventana de su lado distraídos con el paisaje.
—Andrea, ¿No puedes sentarte como una señorita? —La madre reprimió a la joven y logró que ambos chicos se sentarán de forma recta.
—Lo siento, madre.
—No olvides que vamos a conocer a tu prometido, tienes que comportarte como una señorita todo el tiempo, y tu Jose, tienes que ser educado, gana la confianza de tu cuñado y nada de hacer planes a las espaldas de todos para reírse un rato. ¿Entendido? —Con lo último miró a Jose.
Los chicos se miraron entre ellos y luego a su mamá. Eran mellizos y tenían aquella extraña conexión que tenían algunos hermanos que nacían como par, ellos sabían lo que el otro sentía sin decirlo, algunas veces parecía que se leían la mente o algo así, sus movimientos de vez en cuando eran más similares y los hacían al mismo tiempo.
—Si, madre —Hablaron a la vez y su madre asintió acostumbrada a que lo hicieran.
Eran los mayores así que de ellos dependía el futuro del negocio de su padre. Andrea tenía que casarse con el único hijo de un importante mercader que poseía muchos negocios, aportaría dinero y tratos importantes a su padre, mientras que Jose debía aprender a manejar los negocios de la familia.
Llegaron a una bonita residencia y su carruaje se detuvo, bajaron los tres y se encontraron con el señor de la familia y el hijo menor. Jose y Andrea siempre iban uno al lado del otro, era sumamente difícil despegarlos y quien lo hacia se llevaba a uno de los mellizos enojado.
Al momentos de presentarse nada más ver al prometido de su hermana Jose repudió la idea de que se casarán. No le agradaba ese chico, con esa sonrisa arrogante.
—Un gusto conocerla por fin, señorita —Beso los nudillos de su hermana mientras a Jose le ardía la sangre por dentro.
—El gusto es mío —Dijo ella sonriendo de forma linda, como le habían enseñado.
A ella tampoco le gusto su prometido, ella soñaba que al verlo a los ojos sentiría una chispa encendiéndose en su interior y comenzaría a amarlo con locura... Pero la realidad no fue así, ni siquiera sintió agrado cuando la tomo de la mano.
Se sentaron todos a comer y hablaban entre ellos, los mellizos permanecían en silencio pero de vez en cuando pero intercambiaban miradas a tenían una especie de conversación silenciosa.
—Pedro, hijo mío, ¿por qué no llevas a la señorita Andrea a dar un paseo por el jardín? Las flores están hermosas el día de hoy.
—Si me lo permite el señor y la señorita, claro —Pedro sonreía encantando por completo a la madre de los chicos, era un buen partido para su hija.
—Por mi no hay problema. Andrea, hija, ¿que dices? —El padre miró a su hija y ella a él.
—Por supuesto, me encantaría dar un paseo... —Miro a su hermano y su madre se anticipó.
—Jose va a quedarse esta vez, Andrea —Dijo su madre y ella fingió sonreír.
—Esta bien, vamos —Tomó el brazo de Pedro y salieron.
Jose se quedó solo y empezó a sentir una sensación algo conocida, respiraba con más dificultad... Miro a los presentes.
—¿Podría salir un segundo? Necesitó algo de aire —La madre de Jose entendió al instante lo que pasaba.
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One-Shots
FanfictionCompilación de One-Shot's variada en torno a pedidos de lectores. •Pueden hacer sus pedidos en comentarios o por privado. #Nueva portada realizada por mi buena amiga cuyo seudonimo es Lady Bolton ~Okumura