One-Shots

Cyter

No te enamores de mi

Jose era el chico raro de la escuela, y no, no era el típico antisocial que todos molestaban, no era el que tenía más problemas, ni el depresivo... De hecho, era todo lo contrario, era un chico brillante, sonriente, agradable, espontáneo y completamente raro para todos aquellos que no comprendieran el verdadero significado de la magia...

—Eh, oye... —Pedro se acerco a él menor y este le miro atentamente, congelando al mayor por completo.

—¿Que pasa, Pedro?—Le cuestionó sonriendo.

—Sólo quería saber si hoy podría ir de nuevo tu casa, para estudiar y eso —Dijo Pedro.

—Siempre y cuando sigas el trato y no te enamores de mi... Puedes ir —Dijo Jose asintiendo y volviendo a avanzar —Hasta la tarde, Pedro —Dijo antes de ir muy lejos.

—Vaya chico... —Susurro al aire Pedro mirando a aquel chico raro.

→Flashback←

Jose y Pedro eran de esas personas que se conocen de vista y saludo solamente, sin embargo, llevaban seis escasos meses hablando y juntándose en casa de Jose a “estudiar” -entre comillas por que en realidad terminaban hablando de cualquier cosa-

Ahora estaban ahí, uno frente al otro, Jose miro a los ojos de Pedro y se dio cuenta de aquella mirada luminosa, aquella mirada especial que solo una persona que estaba enamorándose podía tener.

—No te enamores de mi —Soltó de la nada quitando su mirada y sonrisa.

—¿Eh?—Pedro pareció confundido.

—No te enamores de mi, de verdad, no lo hagas —Dijo Jose más alto volviendo a mirar a Pedro.

—No estoy enamorado —Negó Pedro, aunque el sabia que esa frase tenia escrito “Mentira” encima.

—Yo no quiero ningún compromiso, puedo darte lo que quieras, puedo escucharte, abrazarte, besarte, puedo follar contigo si quieres. Pero amor nunca me pidas... —La mirada de Jose denotaba un poco de pena.

—Acabas de decir que puedes darme lo que quiera, yo quiero amor —Dijo Pedro, Jose rió levemente y negó.

—¿Oíste hablar del “Preamor” alguna vez? —Pedro asintió levemente —Esa etapa dura de uno a dos años, cielo, tu no quieres que te ame... Quieres poseer, que sea tuyo y tu mío, que haya un nosotros —Jose pausó un poco.

—Pe...

—Se la rutina, no es la primera vez que la viviría, llegara un punto en que quieras salir conmigo y yo estaré muy ocupado como para prestarte mi atención, me disculparé y pondré una excusa. Después intentaras hacer una rutina en la que yo este contigo, entonces yo te diré que no puedo, que estoy ocupado con mis cosas y me disculparé... Me darás a elegir entre tú y todo lo mío, es obvio cual elegiré yo, te diré adiós y me convertiré en un momento triste de tu vida, te acordaras de mi como un simple error... —Dijo Jose tranquilo.

Pedro no sabía como reaccionar ni que debía decir.

—No te enamores de mi... No cometas el mismo error que yo hice, de verdad, es una putada y no quiero eso para ti —Dijo Jose tranquilo.