Zarcronno #2

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Universo alterno

—¡Capitan!

Juan se alivió al reconocer a uno de sus hombres.

—¡Pedro, que gusto verte! —Lo saludo con la mano —Permiteme presentarte a la señorita Ángela y su hermano Reinaldo —Juan improviso por completo y Miguel deseo golpearlo.

—Un gusto conocerlos, soy Pedro y trabajo para el capitán... —Al tomar la mano de Miguel se fijo bien en él —Es usted una mujer bellísima.

Miguel le sonrió tímidamente sonrojándose y Juan aclaró su garganta.

—¿Tenía algo que decirme, soldado? —Volvio a su papel de capitán con el otro.

—Tengo información importante para la misión, pero puedo buscarle más tarde.

—Eso seria excelente, no le digas nada al Ministro si no lo se yo antes, dile lo mismo a todos.

—Si, capitán. Un gusto en conocerlos.

El joven se alejó y Miguel respiró, luego miró a Juan.

—¿Ángela y Reinaldo?, ¿No que eras un estratega de primera?

—Se me agotaron las ideas, ¿si? Además, él se lo tragó. Camina y calla, Ángela.

—Soy una dama, si me sigues hablando como sirvienta te golpeo —Juan rió junto a Miguel y Reina los miraba confusa pero sonreía por que Miguel realmente se veía feliz.

Reina se canso de caminar y Miguel la cargaba por lo cual ella se quedo dormida en su hombro. Se dieron cuanta que justo el Ministro iba a pasar a su lado, Juan tomó la cintura de Miguel e inclinando su cabeza en un ángulo que no le dejara ver de quienes se trataba lo besó. Miguel se dejo llevar por Juan, y pasaron desapercibidos.

—Al parecer no se te agotaron todas las ideas —Fue más un susurró y Juan rió.

—Más que una idea fue aprovechar el momento, ¿seguimos o quieres otro beso?

—Idiota —Miguel se separó de él y caminó.

Pasaron calles enteras pasando desapercibidos, llegaron bastante cerca de donde estaba el escondite y Miguel paro a Juan.

—Hasta aquí llegas tú. Gracias por la ayuda, Juan.

—¿En serio? Pero aquí no hay nada.

—Si lo hay, gracias por traernos hasta aquí. Tengo una eterna deuda contigo.

Antes de que Juan pudiera decir algo reina despertó y miro donde estaban. Espabiló emocionada y miró a Juan.

—¡Ven, quiero que conozcas a todos mis hermanos!

—No, Reina —Miguel los freno a ambos —Él no puede ir con nosotros.

—¿Por qué no?

—Te lo explicaré después...

—Pero yo quiero que sea ahora.

—Es que tengo trabajo, Reina. Conoceré a tus hermanos otro día, ¿si? Ahora ve con Miguel y sé una buena niña, no olvides todo lo que te dije y...

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