One-Shots

Zartown

Luz en la oscuridad

Miguel llego nuevamente al instituto, acomodó su mochila mejor y fue hacia los casilleros, saco los libros que necesitaba, sus cascos y después fue al salón de clase. Habían pocas personas, ya saben, el típico grupo de los más listos, lastima Miguel no formaba parte de ellos él no era de tener una nota de diez, aunque tampoco era un cinco así que podía vivir en paz con eso.

Se sentó en la fila del centro, justo a la mitad, por que le apetecía estar ahí, puso los cascos y cruzo sus brazos en la mesa poniendo su rostro entre ellos, cerro los ojos e intento dormir nuevamente. De a poco sentía como su cuerpo se relajaba, como si dentro de poco fuera a dormirse completamente

—Hola Miguel —Saludo Álvaro recargándose en los hombros de Miguel, como si lo abrazara.

Miguel, suspiró un poco molesto y levanto su rostro cuando Álvaro se movió, bajo sus cascos y miro serió a su amigo.

—¿Te desperté? Lo siento —Dijo Álvaro, Miguel soltó un bostezo que cubrió con la manga de su sudadera.

—N-no importa, igual, no tengo tanto sueño —Dijo Miguel aunque en realidad tenia demasiado sueño.

—¿Que dices? Si es que se te nota a millas que tienes sueño, ¿por que no duermes bien?—Pregunto preocupado por Miguel.

—Ehh...Solo es que ayer me quede haciendo tarea —Dijo para no preocupar a su amigo.

—Pero al menos debiste descansar un poco, Miguel, te ves súper mal, ¿seguro que no quieres ir de vuelta a tu casa?—Le preguntó y Miguel abrió sus ojos un poco.

—No—Respondió subiendo el tono repentinamente, lo noto y se relajo un poco —Es decir, no, me afectara en la nota y creó que necesito mejorar —Dijo Miguel de forma convincente.

—Vale —Dijo Álvaro un poco dudoso, era raro escuchar a Miguel diciendo que su nota necesitaba mejorar.

Después de eso hubo silencio, el aula se lleno y el profesor llego comenzando la clase, todos prestaron atención, a excepción de Miguel que se estaba quedando dormido muy obviamente.

[...]

La campana sonó y todos salieron corriendo, Miguel estaba abrazado a su mochila , se había quedado dormido a la mitad de la segunda clase, por suerte nadie lo había notado. Álvaro lo noto cuando se levanto y Miguel no lo hizo, se acerco a el chico y toco su hombro.

—Migue... Pequeño... Despierta —Le decía suave, cerca de su oreja intentando despertarlo con amabilidad y cuidado. 

—¿Uh?, ¿Q-que paso?—Pregunto aun un poco dormido.

—La clase ya termino —Le respondió  Álvaro simplemente.

—Joder, ¿en serio?—Miguel se sobo el rostro despacio intentando despertarse.

—Si, pero no importa ya, ¿vamos?—Pregunto Álvaro tomando su mochila. y comenzando caminar

—Ah... Si, vamos —Respondió Miguel tomando su mochila y corriendo detrás de él.

Comenzaron a caminar juntos por el patio, Miguel iba un paso detrás de Álvaro observando el suelo mientras jugaba con las mangas de su sudadera. Después de unos minutos de sentaron, Miguel se quedo en el suelo mirando a Álvaro.