One-Shots

Zarcronno

Embarazado.

Habían pasado dos semanas desde que se habían enterado que serian padres, desdé el primer momento ambos estuvieron emocionados por la buena noticia pero Miguel había dejado de estar tan seguro desde que comenzó a tener nauseas por todo, se alimentaba a base de mango y agua.

Juan estaba a su lado la mayor parte del tiempo y le apoyaba en todo, había estado llevando regalos para él las dos semanas. Habían abierto ya un espacio en su habitación, apenas tenia un mes de embarazo pero Juan había insistido en estar preparados.

Aquel día Juan paso por una tienda que en su escaparate tenia un pequeño traje para un niña de unos tres años, sonrió pensando en la posibilidad de que aquel nuevo integrante fuera una niña. Sin poder resistirse entro en la tienda mirando alrededor, un asistente preguntó si necesitaba ayuda y Juan se negó buscando por su mismo en los estantes.

[...]

—Amor, no sabes como te extrañe —Dijo Miguel caminando de la cocina a el recibidor.

Vio a Juan con un ramo de flores y una caja pequeña en sus manos. Sonrió dulcemente.

—No tenías por que traerme nada, cielo —Dijo mientras recibía el ramo de flores, su olor fue más que agradable para él.

—No podía sólo traer un regalo, tenía que traerte algo también a ti — Dijo Juan dando un beso en los labios a Miguel y poniendo su mano derecha sobre su vientre.

—¿Entonces el otro regalo no es mio? —Cuestionó y Juan negó mostrándoselos. Miguel sonrió ampliamente —Son hermosos —Dijo tomando la caja con dos pequeños zapatitos de color rojo con negro.

[...]

Miguel a pesar de ser quien llevaba al bebé en el vientre se veía menos nervioso que Juan, pues el moreno se había leído artículos sobre que hacer y como seria todo, también intentaba ver cosas de que hacer después con él o la bebé.

—Amor —Llamo Miguel desde él pasillo, llego a la sala y vio a su novio leyendo en su móvil.

“Primer hijo; Guía”

Rió levemente y abrazo a Juan por la espalda.

—Serás un muy buen padre, lo sé... Pero ahora, me siento solito en cama y es tarde. Vamos a dormir —Dijo dando un beso a la mejilla de Juan.

—Vale —Se levanto y siguió a su pareja a la habitación.

Cuando se acostaron Miguel se quedó boca arriba con una mano sobre su vientre. Juan se acostó de lado a Miguel y cerro sus ojos a la par que ponía su mano sobre la de Miguel.

—Te amo —Susurro Juan.

—Y yo a ti —Respondio igual de bajo Miguel.

[...]

Una de las cosas que Juan más pedía a Miguel era que si sentía algún antojo se lo dijera y él haría lo posible para llevárselo. Era media noche y Miguel despertó rápidamente, Juan estaba en su ordenador editando un vídeo.

—Juan, quiero comer sushi —Le dijo desde el marco de la puerta.

—¿Sushi? —Cuestionó y Miguel asintió —Vale, voy por el —Cuando estuvo frente a Miguel este lo paró.