Chapter 1

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- oye, oye, Dio ¿ya terminaste? Yo ya terminé mi investigación

- hmm...puedes irte, yo me quedaré aquí un rato- le dije a Hitomi sin despegar mis ojos de la pantalla, estaba jugando al lol, por lo que me tomará un rato tomando en cuenta que cada partida dura de veinte a treinta o incluso más dependiendo de la situación. Por cierto, ambos estábamos en un cibercafé y mi mejor amiga estaba detrás de mí. Puedo suponer que tendría una cara impaciente porque se estaba haciendo tarde, pero conociéndola...

- te esperaré, veo que estás perdiendo así que te apoyaré- me dice ella con un tono animado al mismo tiempo que tomaba la silla de al lado para arrastrarla cerca de mí.

"¡Tu presencia no me va animar en nada!"

- ¿por qué no mejor enciendes esa compu, inicias sesión y te pones a ver mi partida?

- eso sería hacer trampa- me responde Hitomi con desaprobación.

- ¡abu-rri-da!

- no digas eso heheh

Realmente no sé qué edad teníamos cuando nos conocimos...simplemente cuando me di cuenta, Hitomi ya andaba atrás de mí, como una sombra.

Las personas casi siempre nos miran con ojos extraños debido a lo contradictorio que nos ve. Hitomi es en realidad una belleza exótica que no siempre se ve por ahí, con decir que sus medidas son 91 56 86 es decir bastante...pero había una cosa que para mí le bajaba puntos siendo una 3D, y es que es demasiado ingenua, me da miedo pensar que algún salido se aproveche de eso y le haga algo, por eso no me molesta que siempre esté conmigo, así la mantengo en la mira protegiéndola...

Aunque bueno, yo también soy un salido...¡pero no cualquiera!

Usualmente me sentiría nervioso al tratar con una belleza como Hitomi, pero es como una hermana menor para mí y no me veo yendo más lejos con ella. Prefiero a una chica más inteligente a decir verdad, pero no lo digo en voz alta porque sonaría cruel.

En cuanto a mí, sólo soy un tipo gordo con lentes al que todos me tacharían de friki. Me gustan los videojuegos, eroges y leer novelas ligeras, mi habitación es un santuario al que sólo Hitomi tiene acceso y ni siquiera se molesta por tener a chicas medio desnudas en las paredes. Ella también es una otaku, pero en menor grado, le gusta leer doujins, ir a convenciones y ver algún que otro anime...pero es más dada a lo primero. Le encantan las cosas "lindas" y aunque no lo parezca, es demasiado buena jugando al lol (por eso es mi inseparable dúo).

A decir verdad, nunca me ha molestado mi apariencia, nadie me ha molestado en la vida a excepción de raras ocasiones y tengo algunos cuantos amigos. Soy un ser amistoso y competitivo en cuanto a las cosas que me interesan y por ahora no deseo nada en esta vida.

Cuando Hitomi y yo salimos del ciber, ya casi había caído el sol, por suerte vivimos cerca. La partida fue un podrio ya que esta chica no paraba de hablarme, siempre tan impertinente y lo peor es que se queda completamente callada cuando debería...

¿¡acaso lo hace a propósito!?

- ¡yajoooo! ¡Dio, Hitomi!

En el cruce en donde se supone que Hitomi y yo nos separaríamos, aparecen por detrás dos chicas de cuerpos atléticos con trajes deportivos.

En realidad son amigas de Hitomi y compañeras de clase (vamos al mismo año pero en diferentes aulas) pero no tardaron y convertirse en mis amigas también. Ambas pertenecen al equipo de baloncesto femenino. Ellas se quedaban entrenando hasta muy tarde, sobretodo en estos tiempos cuando el campeonato estaba cerca.

- ah, ustedes- les dije a ellas volteándome al mismo tiempo que apartaba mi mirada de ellas.

- ¿hmm? ¿qué pasa Dio?- me pregunta Rinda (capitana) inquisitiva al tiempo que se acercaba e inclinaba un poco su cuerpo hacia mí- Conozco esa mirada...kukuku, eres un pervertido sin remedio...¿no quieres ver mi escote? Oh mira, estoy abriendo la cremallera.

Necroromancer OnlineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora