Necroromancer Online

Chapter 182

- Oye ¿Estás segura de que esto es seguro?- le pregunta Dio a Zindel con inseguridad, pues él y Nekane estaban a punto esquiar cuesta abajo desde una montaña nevada que estaba en una de las islas más grandes del archipiélago. A más de dos mil metros sobre el nivel del mar, era increíble que Dio no haya notado esta montaña antes y también era más increíble aún que con el clima tropical del área, esta montaña estuviera cubiera de nieve.

La vista era asombrosa, pues se podían apreciar decenas de islas alrededor, pero al mismo tiempo el aire se hacía muy pesado, bueno, después del entrenamiento con la respiración bajo el agua, esto no era nada, por lo que el objetivo de Zindel aquí tenía otro propósito.

- No, pero será divertido.

- Aneki ¿Acaso no sientes frío?- le pregunta Nekane al ver que su hermana mayor tenía puesto de nuevo su bikini que aunque era de un diseño deportivo, no dejaba de ser revelador para el cuerpo desarrollado que tenía.

- Es parte de mi entrenamiento, Nekane, aunque últimamente este traje de baño me aprieta un poco a decir verdad.

- Eso es porque estás engordando, presidenta- le dice Dio a propósito para ver su reacción y estaba preparado para las consecuencia, sin embargo...

- Oh ¿En serio? Debería comer menos entonces- le responde Zindel con tranquilidad mientras miraba su cuerpo.

- ¿Eh?

"No me gritará ni me golpeará"

Él estaba desconcertado y Nekane que había sentido las intenciones de su compañero, se acerca a él y le susurra:

- Aneki es un bicho de los raros, nunca la enojarás de ese modo.

- Ah ¿En serio?

Nekane suspira con cierta envidia en su rostro.

- Ella tiene un metabolismo bastante elevado, es una glotona y siempre mantendrá la misma forma, es una...

- ¡Oigan! ¿Qué hacen ahí cuchicheando? ¡Vengan de una vez!

Zindel era una maestra estricta y esta era la segunda semana seguida de Dio estando con ella. Por alguna razón, Hitomi le permitió estar bajo su tutela.

Dio por supuesto mantenía su forma infantil, Zindel estaba al tanto de eso luego de que él mismo se lo explicara y desde entonces, ella parecía estar muy entusiasmada con la idea de entrenarlo ya que podía ser tan exigente con él como podía debido a que Dio al ser un no muerto, apenas sufría agotamiento físico y las heridas que se podía infligir durante los entrenamientos fácilmente se podían regenerar y Nekane era muy buena adaptándose, solo que al ser una niña, habían ciertas cosas a las que obviamente no podía seguirle el ritmo.

Ambos conjuraron tablas para esquiar y sin más, Zindel los obligó a descender con el objetivo de no caerse en el camino...y los errores estaban prohibidos en esta ocasión, ya que la presidenta desde donde estaba provocó una enorme abalancha que los persiguió hasta que Nekane perdió el equilibrio y Dio por protegerla con su cuerpo se rompió algunos huesos al ser atropellado por la pesada nieve.

Zindel alarmada rápidamente desciende...

- ¿Están bien?

- Y-Yo sí, pero...- le responde Nekane que con preocupación
miraba hacia abajo. Pero luego se alivió al ver que su compañero emergía.

- Estoy bien, sólo me rompí unos huesos.

- ¡Bien! ¡Continuemos!- exclamó Zindel a lo que Nekane se sorpendió al ver que se tomaba las lesiones de Dio como si no se tratara de nada. A pesar de que ella también sabía que se podía regenerar, no podía dejar de preocuparse en el fondo, aunque no lo demostrara.