Chapter 58

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El esqueleto se levantó entre la putrefacción y toxicidad que se expandía lentamente por la gran habitación del primero piso.

Una mujer con aspecto de pájaro fue capaz de lograr asestarle un par de golpes, al parecer tenía inmunidad al veneno ya que no le afectaban los gases, pero para provocarle un mayor daño necesitaba de la magia de los "Santos" que se reunieron para juntar un solo ataque que fue disparado al esqueleto que casi fue destruído. Los demás aventureros tuvieron que encargarse de las demás criaturas manteniéndose lo más juntos que podían para evitar más bajas de la que había. El grupo de cincuenta y ocho personas había sido reducida a treinta y tres.

A estas alturas ninguno contaba con la suerte del grupo cloud 5 que aún conservaba todos sus miembros que habían hecho esfuerzos colosales por sobreponer sus temores para luchar al lado de los demás.

La batalla era simple cuestión de supervivencia, en ninguno ya no albergaba los sentimientos de codicia o arrogancia que algunos mostraban, en cambio se mostraban desesperados por salir, de una u otra forma, pero por ahora no tenían de otra que colaborar entre ellos, incluso un tonto lo entendería.

- Un Señor de la Muerte

Merunell sabía a qué clase de no muerto se estaban enfrentando. No era algo que se le comparara con un simple zombie, draurg o espectro. Era un no muerto que había evolucionado hasta alcanzar un gran poder, claro, este esqueleto no estaba en la cúspide de poder entre los grandes, pero en comparación con los pobres aventureros era más que suficiente para acabarlos a todos de una si lo deseaba. Pero ni él, ni las criaturas demostraban querer acabar con ellos rápidamente.

El señor de la muerte, ya muy dañado por el ataque anterior, hizo su turno y atacó mediante su propia aura que aunque no era venenosa, poseía la extraña propiedad de crear una presión tal que afligió los corazones de la mayoría de aventureros.

Muchos lloraros, otros gritaron...otros sabían lo que era ese poder.

- ¡Imposible! ¡E-Eso es Akan!- exclamó Sintra con una mirada perpleja

- ¿E-Eso qué es?- le pregunta su esposo mientras sostenía a sus amigos que del miedo que torturaba sus corazones y la presión en la atmósfera vomitaron inevitablemente.

- B-Básicamente, es un poder que sólo los aventureros de rango Platino y Diamante pueden dominar.

- ¿Qué?

Un poder capaz de dominar la voluntad de los demás mediante el aura. No era tan fuerte ya que algunos lograron reponerse y contraatacaron con simultáneos disparos a distancia y hechizos divinos logrando rematar al esqueleto que volvió a hundirse en el lago negro que se había formado más allá...

- ¿L-Lo logramos?

Muchos respiraron hondo después de esto, ya sólo faltaban los pequeños monstruos...

Sin embargo...

Un sonido los hizo sobresaltarse y de inmediato de mismo líquido surgieron un sinnúmero de ojos, el cielo de oscuro se tornó al de un rojo intenso y los gusanos que habían nacido de las plantas podridas dejaron de segregar veneno y en cambio comenzaron a crecer.

- Esto...es malo, muy malo.

Sintra puso una cara tan pálida que reflejaba la resignación que estaba sintiendo mientras observaba la grotesca escena que los rodeaba.

La oscuridad palpitaba como si tuviera vida y las estrellas se volvieron bocas repulsivas que se abrían y se cerraban con malicia.

Los gusanos se convirtieron en una representación retorcidas de los humanos, con cabezas alrevés sin ojos, con bocas deformadas, cientos de brazos con bocas y ojos. Todos comenzaban a acumularse en una aberrante abominación se que expandió fusionandose con la masa negra dio a luz a cientos de seres semejantes a mujeres y hombres de distintas razas con seis o cuatro brazos, las mujeres poseían tres pares de voluminosos pechos que se movían de un lado a otro expulsando leche que se evaporaba al instante y se transformaban en veneno corrosivo.

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