Para probar, Dio besó a cada una en los labios de distintas maneras, aunque todos al final eran guarros.
Rinoa no sabía besar, era similar a la personalidad de Ceres, tímida en estos casos, pero al menos se esforzó por corresponderle y hacerle sentir bien.
Con Raiko lo hizo con su forma de niño, por lo que ella tuvo que inclinarse mucho para besarlo y sorpresivamente, ella fue más osada a pesar de aparentar ser la más tranquila de las tres.
Raiko además, era la que tenía los pechos más grandes que las otros dos superando apenas por milímetros a los de Lisboa que fue la siguiente.
Dio adoptó su forma original, la de un chico gordo y por alguna razón...
"Esta cara se me hace familiar"
Por su aspecto se podría decir que era la hermana mayor de las tres, acariciando la plena madurez de una mujer en sus treinta pero con la pureza de una joven que se reflejaba mucho en su cara con una expresión casi como de niña.
"Es hermosa...pero por alguna razón siento muy mala espina por ella"
Sin detenerse a pensar mucho, la besó y...
Nada, demasiado dócil, Lisboa era del tipo sumisa. Así que para confirmarlo fue más agresivo, estiró su lengua hasta llegar a su garganta y a pesar que comenzaba a gemir con cierto dolor, sus pezones se pusieron rígidos y su entrepierna comenzaba a humedecer por el calor que estaba empezando a sentir.
Ninguna de las otras dos había hecho eso...
"Joder, otra masoquista"
Pensar en eso hizo que se le viniera a la mente la imagen de Seira con su voz de milf calentorra y consecutivamente...tuvo una erección.
"Ah, Mierda"
Para su suerte, ninguna se mostró molesta como lo hubiera estado una chica normal, tal vez la única que se mostró un poco alterada fue Ceres que desvió rápidamente su mirada con cierta vergüenza. Pensar que esa cosa estuvo dentro de ella hace poco hacía que se le vinieran cosas indebidas a su cabeza.
Sako y Rinoa lo miraron como si fuese algo normal.
Lisboa y Raiko en cambio emitían un brillo leve en sus miradas. Básicamente querían que Dio las revolcara intensamente.
Y Dio sin la menor vergüenza en la cara de estar desnudo frente a mujeres, se puso de pie frente a las tres.
- ¿Puede una de ustedes vestirme?
- Lo haré yo- levantó la mano Rinoa que sin lanzarle nada como lo hacía Seira, lo vistió con el uniforme deportivo del colegio que consistía en una camisa blanca con franjas verde oscura en los hombros y orillas y un pantalón con los mismos colores, pero contrario.
- Bien- dijo Dio que miraba su ropa y entonces, Rinoa levantó su mano- ¿Sí?
- Nosotras ¿también podemos vestirnos?
- Nop- le responde él rotundo mientras estiraba su camisa la cual resultó ser más resistente que la original.
- ¿Por... qué?- le pregunta de nuevo con incomodidad, pero tampoco se dejó intimidar por la mirada seria que le dirigió Sako.
- La ropa es sólo estorbo ¿o acaso has visto a las flores usar ropa?
"¿Q-Qué clase de argumento es ese?"
- Lo único que quieres es vernos desnudas ¿verdad?
- Así es...
- Rinoa, te sugiero que no vuelvas a cuestionar las órdenes de nuestro amo- le dice Sako de manera fría a Rinoa que no parece tener la intención de hacerle caso.
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Necroromancer Online
Fantasy¿Te imaginas a un tipo gordo otaku convirtiéndose en un ser Supremo? Sí, así es...increíble ¿no? Pues esta es la historia de Dio, un joven de preparatoria que a pesar de ser un tipo obeso posee una especie de suerte para conseguir hermosas amigas. N...