Chapter 32

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Al final, jamás pudieron capturar a Artorias ya que la única vez que lo vieron estaba cubierto de sangre. Nadie lo reconoció en la calle y con el pasar del tiempo lo olvidaron, después de todo, nadie echó de menos a los asesinados.

Y de paso Annette se benefició al tener total control sobre la prostitución en Virralfa imponiendo sus propias reglas y tratando de que sus chicas no resultaran lastimadas de nuevo...

Artorias en este momento se encontraba en camino a caballo hacia Cuenca Boreal que le tomaría alrededor de tres días y medio de camino si no habían retrasos...

El viento soplaba de este a oeste tranquilamente y el día era perfecto para salir a pasear. Él había tomado la ruta segura, en donde se supone que los monstruos no acechan tanto como el camino que está al lado de la selva.

"¿Así que...eres una aventurera, Moeka?"

Annette ultimamente había adquirido mucha influencia en la ciudad, por lo que manejaba mucha información y gracias a los mercaderes ambulantes que recorrían el mundo y diversos aventureros de otras partes ella pudo finalmente dar con la hermana mayor de Artorias.

Sobre su hermano menor aún no tenía noticias, pero por él se preocupaba menos debido a que un hombre vendido como esclavo no terminaban por tener una vida tan dura como el de las mujeres, bueno, también dependería del amo.

"- te había estado esperando todo este tiempo, Artorias. Tengo información sobre Moeka

- entonces cuéntame, por favor ¿en dónde se encuentra?

- no es necesario que la sigas buscando, si tu motivo es salvarla

- ¿por qué lo dices?

- ya no es una esclava, en el gremio manejan mucha información sobre otros aventureros fuera de I-Verall y dentro, y te puedo asegurar que ella se inscribió hace unos años en Virralfa. Aquí no es muy conocida, por eso me llevó tiempo descubrirlo, pero hasta que un mercader me lo contó, no me lo podía creer.

- ...¿qué cosa?

- ella...¡tu hermana es una aventurera de rango plantino de nivel A!

- ¿q-qué tan alto es eso?

- ¿acaso no leíste la guía que te dieron?

- ...me dio flojera, pero entiendo que la princesa Eldawyn está dentro del rango oro siendo muy fuerte, no sé qué tan poderosos son los de platino para arriba.

- ni siquiera yo, seguramente no le daría ninguna oportunidad de reaccionar a Altair si estuviera vivo, tu hermana seguramente tuvo un talento escondido que descubrió en algún punto. El talento que tú no terminaste de explotar.

- heheh...l-lo siento, pero mientras no tenga motivaciones fuertes...no me siento con ganas de nada.

- de todos modos...¿irás a buscarla?

- sí, pero antes debo hacer algunas cosas. Debo ayudar a alguien y ahora tengo otra motivación para volverme fuerte.

- esa motivación que tienes palidece a la que tenías hace diez años, me gustaría volver a ver a ese chico que tenía fuego en los ojos

- ¿ha? ¿qué te pasa? También puedo volverme fuerte de otra manera

- ¿en serio?

- ...¿p-por qué pones esa cara de haber perdido la fe en mí?"

Ahora que se había librado de un peso de encima, Artorias tuvo la mente más tranquila y su viaje no tuvo contratiempos.

Al divisar una de las aldeas cercanas a Cuenca Boreal, pudo ver que una gruesa columna de humo negro comenzaba a levantarse hacia el cielo.

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