Dio al ver a los miembros de la corte asustados y desesperados, se levantó y se dirigió a la entrada que había sido asegurada con una enorme tranca que impedía el avance desde fuera.
- ¿Q-Qué vas a hacer?- le pregunta uno de los soldados que se mostró asustado. Todos estaban demasiado angustiados, prácticament el palacio estaba rodeado y sólo era cuestión de minutos para que ellos arremetieran.
Que alguien quisiera abrir las puertas a merced del peligro era una total falta de sentido común y por eso miraron con extrañeza el accionar del chico que se volteó hacia ellos.
- ¿Acaso no es obvio? Voy a abrir- respondió él confirmando las sospechas.
- ¡¿E-Estás loco!?
- No ¿y ustedes?- les dijo él tranquilamente, lo que provocó que ellos mezclaran su desesperación con enojo.
- ¡N-No permitiremos que lo hagas!
- Oblígenme.
Muchos de los soldados le apuntaron con sus lanzas, pero titubearon por un segundo.
¿Cómo podrían vencerlo después de ver sus capacidades?
Era claro que no podían vencerlo, pero querían alargar sus muertes o por lo menos ver un pequeño rayo de esperanza que ese tipo de enfrente no les estaba dando. Aún si quisiera salir y luchar, sería inútil contra tantos enemigos.
De hecho, Dio mismo sabía que aún utilizando todo su poder y de noche, no podría acabar él sólo con todo un ejército de goblins en los que una buena cantidad de ellos eran de nivel alto.
Pero la confianza de él se basaba a un hecho muy obvio desde su perspectiva.
- Si no van hacerme nada voy a abrir esa puerta de par en p-
- ¡Haaaa!
Uno de los hombres que deseaba aferrarse a la vida, arremetió y traspasó por completo el cuerpo de Dio luego de que les había dado la espalda.
Todos se quedaron sorprendidos, pero no fue nada para lo que estaban por ver...
Dio se ríe silenciosamente, causando escalofríos entre los soldados y cortesanos de la corte. El tipo no había muerto como se esperaría lógicamente, en cambio miraba con diversión la punta de la lanza ensangrentada que sobresalía desde su estómago.
- Interesante...siento menos dolor de lo que pensaba.
Dio sin dejar de reírse mostró sus afilados dientes mientras se sacaba la lanza que había dejado en él un agujero que se fue cerrando lentamente delante de las miradas perplejas.
- ¡U-Un monstruo!
Sin molestarse en quitar la enorme tranca con su fuerza, él sólo la cortó con su espada por la mitad y acto seguido abrió la puerta.
Los demás no hicieron más que confiar en el aventurero que no era capaz de morir tan fácilmente como ser traspasado. Pero lo que estaba por suceder, simplemente apagó la llama de las esperanzas como si una corriente fuerte de viento extinguiera la débil luz que quedaba en una vela.
Dio salió, allá afuera, los goblins que estaban sorpresivamente formados miraron al chico como si lo estuvieran esperando y un goblin que se destacaba entre los demás se acercó a él.
Ambos se miraron por unos instantes. Ciertamente el general goblin parecía ser un tipo interesante a pesar de su cara fea. Había algo en él que lo hacía verse más inteligente y confiable que el resto, lo que demostraba que no era mucho menos un goblin que un aventurero oro para abajo pudiera hacerle frente.
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Necroromancer Online
Fantasía¿Te imaginas a un tipo gordo otaku convirtiéndose en un ser Supremo? Sí, así es...increíble ¿no? Pues esta es la historia de Dio, un joven de preparatoria que a pesar de ser un tipo obeso posee una especie de suerte para conseguir hermosas amigas. N...