- Ahora dime...¿eres tú el que causaste esto no?
Cuando el sol comenzaba a salir por el horizonte, Dio con temor se había obligado a refugiarse en una de las casas del pueblo. Levantando así las sospechas de Artorias que lo siguió, asegurándose de que Meguri no lo siguiera.
- ...yo...
- veo la respuesta con sólo mirarte, Dio...¿eres un vampiro verdad?
Dio asiente, un poco avergonzado de sus actos. Aunque a Artorias no parecía importarle, pensaba que se había ganado su primer enemigo.
- por la forma en la que te conocí, supongo que no habías comido en días y cuando no pudiste más, tu instinto salvaje pudo más que tu consciencia, provocando que tú y tu pequeño sirviente buscara comida automáticamente.
- ¿s-sabes algo acerca de mi raza?- le pregunta Dio con ciertas esperanzas y Artorias se encoge de hombros.
- sólo lo que todos saben- le dice él que se sienta sobre una caja de madera, al mismo tiempo que hurgaba en su bolsillo y sacó una especie de cigarrillo que se lo puso en sus labios y con un encendedor que no debería supuestamente existir en estas épocas medievales, lo encendió. Primero inhaló un poco del humo, lo retuvo tranquilamente dentro de sí hasta que luego lo expulsó a través de sus fosas nasales. El aroma del humo no era desagradable, y eso que Dio detestaba el aroma a tabaco- ¿quieres?
Dio mueve la cabeza, no se veía a él mismo fumando, además...era menor de edad.
- haré de cuentas que no te he visto jamás, no soy una persona benevolente, pero tampoco soy un monstruo. Me da igual lo que los demás hagan si eso no me afecta a mí...bueno, en realidad, esto si me afectó, ya que el jefe no pudo pagarme, bueno, tomaré el dinero después en su casa...hmmm, creo que de todos modos te ayudaré y te llevaré a una colonia de vampiros que habitan en algún lugar de por aquí, no sé por dónde empezar porque jamás los he visto.
- ¿en serio? ¿me ayudarás, así nomás?
- claro que no, a cambio...veré que puedo tomar de ti, aunque a decir verdad te ves como un vago ¿me pregunto cómo saldré beneficiado ayudándote? ¿tienes familia o algo?
- bueno...es una larga historia
- ...odio las narraciones prolongadas, así que...cuéntamelo en menos de veinte palabras
- fui enviado aquí por una extraña mujer rubia que me convirtió en un vampiro y ahora no sé qué hacer- le dijo Dio que sin darse cuenta había pronunciado exactamente veinte palabras. Artorias se dio cuenta y le asombró la exactitud, sin embargo pensó que sólo fue un pequeño golpe de suerte tomando en cuenta la rapidez con la que él le respondió.
- una mujer vampiro...hay demasiadas en este mundo, supongo. Pero dices que vienes de otro mundo...¿de cuál estamos hablando?
- ¿eh?
- ¿ah?
Los dos se miraron sin entenderse en este punto, un silencio incómodo se aproximaba y Dio al no desear esto dijo:
- vengo...de una tierra en la que sólo habitan humanos, nada más.
- ¿en serio?- le pregunta Artorias con una sonrisa irónica- ¿no existen criaturas extrañas como aquí?
- nada de eso...
- hmmm...
Por un momento, Artorias adoptó una expresión reflexiva. Lo que decía Dio, a juzgar por su mirada, decía la verdad, además, se dice que éste mundo sólo había sido explorado en un treinta por ciento por los humanos. Posiblemente existan civilizaciones más allá de lo que se imagina...
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Necroromancer Online
Fantasy¿Te imaginas a un tipo gordo otaku convirtiéndose en un ser Supremo? Sí, así es...increíble ¿no? Pues esta es la historia de Dio, un joven de preparatoria que a pesar de ser un tipo obeso posee una especie de suerte para conseguir hermosas amigas. N...