Las garras de Sebas encendidas en llamas a una velocidad vertiginosa se acercó al rostro de Dio.
Memori One, la habilidad especial de Sebastian le permite manipular los recuerdos de una persona con un margen del 0% de error a que la persona vuelva a recordar. También puede sobreponer falsos recuerdos y sacar cualquier tipo de información, incluso puede sacar recuerdos de sus ancestros por medio del ADN.
Pero para hacer el proceso, la víctima por regla debe estar asustada o tener alguna otra emoción que debilite su estado mental. Por lo que en una batalla en igual de condiciones quedaba obsoleta. Tal vez el único uso que él le encontraba a dicha habilidad era que si usaba la habilidad sin cumplir las condiciones, causaba en la víctima un estado de aturdimiento por muy corto tiempo. Era por eso que Dio evitaba que él lo tocara, a pesar que él era inmune en menor grado a los hechizos de estado...pero esto no era un hechizo en sí.
Esta vez Dio la evadió deslizando su cuerpo hacia abajo, desde ahora todas sus acciones iban a ser realizadas por mero instinto salvaje al igual que su contrario. Por lo que la pelea fue mucho más violenta a medida que el tiempo pasaba.
Puñetazo tras puñetazo, cada uno a una velocidad exagerada y con un daño en peso de más de cien kilogramos, lo que hacía posible esto era la adrenalida al límite que ambos tenían. No se guardaban absolutamente nada, Sebastian en un punto también había agotado el maná después de incendiarlo todo a su alrededor e incluso había vuelto a dañar el cuerpo de Dio que esta vez no sintió ningún dolor.
Ahora que parecía una antorcha humana, su muerte estaba asegurada y sólo era cuestión de tiempo para que su cuerpo se consumiera...pero mientras tanto, él siguió arremetiendo, causando el mayor daño posible en lo que le quedaba de vida. Pero Sebas, al tener garras en sus manos tenía más variedad en ataque, por lo que aparte de estarse quemando, la piel de Dio se desgarraba o atravesaba y la preciada sangre fugaba con cada movimiento.
Poco a poco se debilitaba, aún con sus golpes comprimidos, el daño iba en un alarmante declive y Sebas estaba casi igual, luchando en su inconsciencia y Dio con tantas lesiones cerebrales que había quedado ciego, por lo que sus golpes ahora eran aleatorios, pero certeros ya que Sebas había perdido la fuerzas sobre sus piernas...si por un instante él se movía, colapsaría.
"¿Qué está...pasando?"
Cuando "Ansías de Sangre" terminó su efecto, Dio había vuelto en sí...y lo primero que experimentó fue lo más horrible.
¡AAAAHHHHH!
El dolor fue insoportable...tanto que por un instante se detuvo.
Todo se miraba oscuro, por lo que Dio se había centrado tanto en la sensación horrible en todo su cuerpo quemado que no pudo evitar gritar. Incluso el hombre más rudo lo haría si estaría en su posición y se estaría retorciéndose en el suelo. Pero todavía quedaba razonamiento en el chico que le permitía quedarse de pie y de inmediato supo que seguía luchando contra Sebas que tampoco parecía estar en buenas condiciones, aunque no estaba tan peor como él.
El anillo de resurreción funcionaba si al menos el cuerpo del usuario tuviera como mínimo un miembro entero, si quedaba completamente incinerado..."Game Over" aun si tuviera el alma de Eupheria que lo protegía no se podría hacer nada a menos que decidiera volver a nacer como mujer con esa alma según le había dicho Excelsa en una ocasión. Pero eso significaría empezar completamente desde cero como un bebé, tal vez sin recuerdos de su pasado e incluso se rebajaría a vivir como una persona normal en este mundo hasta que llegara a la edad a la que murió en donde su memoria volvería sobreponiéndose a la otra.
Sería realmente problemático que eso sucediera, no podía dejar que su cuerpo casi carbonizado y rasgado se desintegrada...
"A-Aún me queda algo de maná"
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Necroromancer Online
Fantasy¿Te imaginas a un tipo gordo otaku convirtiéndose en un ser Supremo? Sí, así es...increíble ¿no? Pues esta es la historia de Dio, un joven de preparatoria que a pesar de ser un tipo obeso posee una especie de suerte para conseguir hermosas amigas. N...