Necroromancer Online

Chapter 56 (Fin de la primera parte)

"Me siento profanado...de nuevo"

- Reika ¿lo sabe?

- Ella comprendió, no te odiará, te lo aseguro...

- ...¿Estás segura de esto?...yo...nunca he matado a una persona

- ¿En serio? ¿Entonces ellas hacen el trabajo sucio por ti?

- Si lo pones de esa manera...

- En este mundo, tienes que aprender a experimentar muchas cosas, y matar es una de ellas.

- ...¿Qué sentiste...cuando mataste por primera vez?

- ...Es complicado, en el momento, sentí como si me hubiera deshecho de una carga enorme...pero luego, no hay un sólo día en que eso no me atormente. En tus circunstancias no tienes por qué lamentarlo, ya que si matas a alguien en batalla, a menos que realmente seas una persona honesta no sentirás mayores remordimientos como los míos... Además, eres un no muerto, no deberías de sentir nada por la muerte de una humana como yo, con quien apenas tuviste contacto.

- Heh, fueron ¿cuántos meses? Además...l-lo acabamos de hacer, para empezar ¿por qué te seguí el juego?

- En el fondo no eres diferente de él, no quiero que te tomes este momento como algo especial, simplemente quería sentirme bien ya que no lo volveré a experimentar. Eres el tercer hombre con el que lo hago, y yo ¿Cual soy?

- T-También...la tercera. Pero eres la primera que...

- ¿Qué?

- N-Nada...

- Ya entiendo, lamento no ser una tetona como las demás...

- ¡Ay! ¡Déjame! ¡Me estás...

***

¡Fortaleza Mayor!

Seira sabía muy bien que no tendría oportunidad luchando contra Eupheria, pero si hablábamos de defensa, las cosas se invertirían a su favor.

El escudo que Seira conjuró fue capaz de detener por completo el corte de su poderosa contrincante.

De haberlo querido, Seira simplemente habría ejecutado un asesinato desde un punto ciego, pero la misión requería que todo el mundo lo presenciara.

De todos modos, no es como si esta batalla obligara a las dos a luchar con todo lo que tenían, Eupheria simplemente se mostró hostil con ataques simples, pero lo suficientemente fuertes como para que pareciera real.

Nadie comprendía por qué Eupheria quería hacer esto...tal vez...ni siquiera ella misma, a pesar que pensaba que tenía un motivo.

Seira extendió su báculo arzobispal, dispuesta a acabar con esto con el único hechizo de destrucción que sabía hasta el momento, para esto, Seira había dado un salto hacia atrás para crear una distancia y disparar.

¡Piro Medio!

Piro era un hechizo basado en fuego que se enfocaba en penetración, su forma de disparar era como el de un rayo láser. Pero Seira no logró concretar el proceso cuando un hombre se interpuso entre ambas.

Exactamente entre una de las cuatro plazas de Virralfa, la plaza norte, ante la mirada de los aventureros y pocos civiles que quedaban, la escena culminó con una muerte.

Artorias se robó la gloria de Seira al traspasar el cuerpo de la mujer que consideró como una maestra.

Fue tan rápido que ella no tuvo tiempo de verle por completo, pero supo que era él de inmediato por la forma de su silueta, a este momento él había hecho desaparecer su armadura mediante una especie de hechizo que le fue incorporado.