Chapter 117

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- ¿Lo ven? ¿qué les dije? ¡Lo lograron!

- ¡No exactamente! Además qué les vamos a decir a los padres de los que murieron.

- Bueno, nada que yo no lo arregle ¿por qué son tan complicados ustedes?

- Más bien ¡¿por qué eres tan imprudente?! ¡¿Qué tal si Chakrakrosis-sama se entera ahh?!

- ¡Hahahahah! ¿Krosis? A esa mujer ni siquiera le preocupa lo que pasa aquí o en otras dimensiones.

- Como siempre eres tan irrespetuosa...

- Y tú tan aburrido Zerrick, por cierto ¿cómo le va a Ankros? Pienso darle una...divertida visita.

- No pienso decirte nada, sabes muy bien lo que Ankros-sama piensa sobre ti...

- No sé por qué todos ellos piensan lo peor de mí.

- ¿Me pregunto por qué será?

- ¿Tú también Viralia?

- Te he dicho que no me llames así- suspiro- de todos modos dinos de una vez ¿de dónde sacaste ése monstruo?

- ¿Te interesa? Bueno, te lo diré...en el universo millón y tantos de la línea Beta llegó a ser comida de Gar-Shinorah, en un planeta de ellos había una raza muy rara que suelo coleccionar y no pude evitar atrapar a uno muy bonito o más bien una parte ya que ése monstruo que esa chica derrotó no era más que un pequeño fragmento del "simbionte" original...en nuestra lengua lo llamaríamos un "Sothoth".

- ¿Eh? ¿Un Sothoth?

- ...Es una suerte que ellos hayan podido derrotarlo. No es una existencia que pueda vivir en el mundo de las personas...Isbel, será mejor que te encargues de esto lo antes posible. Aunque sea sólo un fragmento como dices, es muy peligroso que ande a sus anchas.

- No te preocupes Viralia~ no logrará ni llegar a ser lo que él desea por instinto ¿Tanto subestiman a este mundo? Ustedes me decepcionan.

- Ellos jamás lograrán a ser como nosotros...es un hecho innegable.

- Siberia, no hables con tanta ligereza...

- ¿Ven? ¡Incluso Vira-chan me apoya!

- ¡N-No me digas así!

Los maestros del colegio que estaban en la habitación de monitoreo no podían entender a Isbel...ni a la maestra Reine que parecían entenderse la mayor parte del tiempo aunque no se llevaban tan bien.

Pocos minutos antes todo el mundo estaban crucificando a Isbel por haber puestos a todos los estudiantes de primero en un peligro más allá del que podían manejar.

Nadie entendía qué es lo que pasaba por la cabeza de la rubia que siempre parecía divertirse.

Para Isbel, todos los humanos y las razas que vivían en el mundo eran como una especie de mascotas o juguetes con los que jamás llegaba a aburrirse. Muchas veces ella se imaginaba a los mortales como las hormigas dentro de su propio hormiguero artificial, sobretodo con sus adalíes.

De vez en cuando ella les lanzaba algún grillo o escarabajo peligroso para que se alimentaran, pero ése no era el punto, lo que a Isbel le encantaba era observar cómo ellos luchaban entre sí y se mataban entre ellos. Aunque posiblemente su segunda intención era que sus adalíes maduraran a través de enemigos muy díficiles, nadie apostaba por esto, pues todos sabían que esta tipa no se preocupaba realmente por nadie en especial, ni siquiera en sus propios sirvientes que eran los más individualistas en comparación a los demás sirvientes de las otras doce deidades.

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