Chapter 177

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- Muy pronto...será doble luna llena...pensar en eso, me da mucha hambre.

- Ara, eso suena muy aterrador~ No me comas por favor, al menos no comestiblemente.

Erisa era una chica extraña y enigmática. Había aparecido de la nada en la vida de Sebas y ahora andaba detrás de él actuando como su amiga de toda la vida.

Ciertamente se le podría describir como una joven que podía despertar el deseo sexual de cualquier hombre con su exhuberante cuerpo. Su presencia incluso ponía nerviosa a Milmunir que movía su trasero para alejarse de ella, pues estaban sentadas una al lado de otra.

- ¿Ehh? ¿Qué pasa~? ¿Por qué huyes de mí? ¿Acaso no te agrado~?

- ¡D-Deja de hablarme así!

- ¿Podrían callarse? Intento concentrarme- les dice Nekane que jugaba una partida de ajedrez con Tokhs en el suelo.

Ninguna sabía cómo, pero el grupo que rodeaba en torno a Sebas había crecido a cuatro... Tokhs estaba ahí no precisamente por él, sino que comenzaba a llevarse muy bien con Nekane que todavía no lograba hacer buena química de compañerismo con Brandy.

Tokhs sabía que Milmunir y Erisa no eran las sirvientes propiamente de Sebas así como Zercy de ella, sino que se habían sumado por alguna razón a él y ahora estaban ahí pasando el tiempo sin hacer nada.

- Oye, oye ¿En qué temporada la pequeña rubia se pone de buenas?- le susurra Erisa en el oído a Milmunir, su tono de voz hace que la oreja de ella se estremeciera por un segundo.

- Y yo que sé, esa mocosa no es mi amiga- le responde la loba de mal humor.

- ¿Ehh? ¿Tú también~? Con razón Sebas sólo se la pasa amargado todo el tiempo, pobresito, creo que debería ir y alegrarlo un poco.

Lo último hizo que Nekane se sintiera molesta, aunque no lo expresó por completo.

- Es inútil- dijo Tokhs que movía su peón para amenazar a la reina, además había dicho esto para evitar que Nekane no se sintiera mal, pues sabía lo que sentía por Sebas aunque no entendía bien qué era lo que miraba en él- Sebas es un chico frío y no te hará caso por mucho que lo intentes seducir, en su mente sólo cabe una persona.

En ese momento Tokhs se preguntó si esa persona sería Reika o Dio, tal vez debió decir ambos, pero debido a que ella era más cercana a Dio, sabía que Sebas le tenía cierta obsesión. Todo era muy raro.

- Ara ¿En serio? No importa, seré la segunda o la tercera, de una u otra forma practicaré con él la fórmula de veinte centímetros, un centímetro, veinte centímetros, un centímetros, veinte centímetros- le dice Erisa que por alguna razón se sonrojaba y ponía una cara de emoción sospechosa.

- ¡No entiendo nada de lo que dices!- le gritó Milmunir que se ponía en pie de un salto- huh, aún me sigo preguntando por qué sigo con ustedes.

- Tal vez por la misma razón que Nekane y yo, amiga- le dice Erisa que le rodeaba con su brazo alrededor de Milmunir que todavía se mostraba huraña con ella- eres una loba salvaje que lo único que desea es ser domesticada y tratada como se debe, eres toda una masoquista fufufuf.

Milmunir evidentemente se mostró molesta y le apartó el brazo con violencia, sin embargo, ella no dijo nada al respecto, lo cual les dio la impresión a las demás de que Erisa tenía la razón, pero no había que asegurar nada ya que el deseo principal de Milmunir era precisamente ser libre y andar de aquí para allá a su gana. Era contradictoria las palabras de Erisa que tenía una sonrisa tranquila mientras se dirigía hacia el par que estaba jugando, en especial se dirigió a Tokhs que no se dejó tocar por Erisa cuya mano pasó a través de la cabeza de la pequeña albima.

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