Chapter 35

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- ...¿estás segura de esto?

- no llevo mucho tiempo conociéndote, pero sé que puedo confiar en ti.

Todos ya estaban preparados para partir hacia el templo del Rey del Bosque y las demás esperaban por Dio que estaba en la entrada trasera de la fortaleza hablando con Eupheria que se quedaba por algún motivo.

- Dio-sama ¿por qué te ves gordo de nuevo?- le pregunta Tori confundida a lo que Dio sobresalta sus hombros, Seira en cambio se rió silenciosamente y Reika parecía comprender lo que pasaba, Meguri sólo miraba hacia otra parte pretendiendo no enterarse de nada y Rinley estaba como una estatua esperando a que su amo se pusiera en camino.

- n-no es nada, he aprendido una nueva técnica, eso es todo- le responde Dio con un tono nervioso

- ara ¿y cuál es ese truco que tienes entre manos? Si se podría saber- le pregunta  Seira con una mirada relajada

- oh, tengo algo para ti, por cierto- interrumpió Poison que se dirigió a Seira para luego entrar al interior y volver luego de unos segundos trayendo consigo dos báculos muy sotisficados, uno de ellos estaba hecho casi completamente de oro en el mástil y gran parte de la zona superior que formaba una figura ondulada que para Dio hacía recordar al de un corazón, aunque no lo era exactamente. Esta estaba adornada por cuatro anillos dorados en cada lado, en el centro había una esfera flotante de un color azul apagado y la punta que sobresalía como una filosa lanza.

El otro báculo era distinto, era más largo y completamente negro cuya parte superior había una media luna con una serie de pinchos curvados que recordaban al de una sierra eléctrica y al igual que el anterior báculo, en el centro de la media luna había una esfera de color púrpura apagado y más arriba una punta de lanza más pequeña que la otra.

Con sólo verlos era claro para qué propósitos era cada báculo, el dorado se centraría sólo em magia y defensa mientras que el otro que tenía un aspecto más ligero estaba enfocado no sólo a la magia, sino también al ataque físico, es por eso que la media luna era completamente afilada.

- toma

Poison le extendió el báculo dorado a Seira que lo recibió un poco confundida, cuando lo agarró con una sola mano esta se vino abajo unos centímetros, demostrando lo mucho que pesaba. Una persona normal no podría ser capaz de manejar este peso en una batalla.

- hace mucho los encontré, tengo otros tres ítems similares, el arco que tiene Haru en este momento es uno de ellos. Los saqué de una tumba mientras estaba de viaje en Dhonir, fue muy peligroso.

- oh, me acuerdo de esa historia ¿es en donde te atacó ese hombre lobo verdad?- le dice Reika  que levantaba un dedo

- sí, luego se las cuentas, cariño- le dice su madre sonriéndole tiernamente y luego vuelve a ver a Seira que examinaba el báculo.

- ara, interesante...¿pero por qué me lo das? Debes saber que no creo en lo gratis

- la verdad es que no sé usar ese báculo, por alguna razón sólo un mago especializado en magia de soporte lo puede usar y ¿adivina quién es la más capacitada para eso?- le dice ella con una voz un tanto sarcástica- no admito devoluciones

- tranquila- le responde Seira con una sonrisa amigable- por casualidad...¿no tendrás un...olvídalo, recuerdo haber aprendido...

¡Transmutación!

No se supo con certeza qué cosa había ofrecido Seira para la transmutación, pero lo que vio Dio a continuación lo dejó boquiabierto.

Era un hecho innegable que Seira era la mujer más hermosa del todo el grupo, hasta el punto de no parecer de este mundo, una milf sacada de lo más profundo de las fantasías de Dio como resultado de jugar tantos eroges Ntr, era por eso que ella tenía esas tendencias extrañas y no tenía reparos en sentirse atraída por cualquiera que le llamara la atención como Artorias en el pasado e incluso le tira por los dos lados o lleva las cosas más al extremo como fijarse discretamente a diario en la figura infantil de Reika o Rinley.

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