Necroromancer Online

Chapter 93

- Jamás había visto una academia tan grande- comentó Dio mientras se acercaba a la galera junto con Reika.

- Yo me decía lo mismo, debe ser incluso el doble o más de grande que I-Verall, tan grande es que se dan el lujo de abandonar terreno. Mira, ese edificio por lo menos no lo han tocado en cien años, el metal está casi completamente oxidado y aquel árbol que crece desde el interior incluso le cuelgan las raíces.

- ...Este colegio...¿qué tan viejo será?

- Es de magia, no exageraría si te dijera que pienso que tiene mil años.

- No podría negártelo tampoco...

A medida que se iban acercando, un viento misterioso corrió peinando suavemente la hierba alta alrededor que llegaba hasta el cuello de Dio y casi cubría por completo a Reika que tenía que apartarlas con las manos.

"¿Por qué siento la sensación como si algo terrorífico fuera a suceder?"

La atmósfera no era precisamente agradable, Dio había visto demasiadas películas de este tipo en donde algún grupo de gente se mete a lugares abandonados en medio de la nada y terminan siendo asesinados brutalmente por algún maníaco que vive como hermitaño.

En este mundo todo podía pasar y por eso Dio se preparó para cualquier cualquier cosa que se le apareciera e inconscientemente puso su mano sobre Reika que se volteó.

- ¿Pasa algo?

- N-No es nada- Dio quita la mano y miró hacia otro lado a lo que ella sólo le sonrió por un momento.

- No te preocupes por mí, recuerda que soy muuuy fuerte, pero...de todos modos contigo me siento muy segura.

Reika se aferra cariñosamente al brazo de Dio que se estremece un poco...

"¡Tranquilo Dio!...es sólo una niña"

Reika era un atentado para el amante del moe como Dio.

- ¿hmm? ¿Te pasa algo?- le pregunta ella alzando su cabeza al sentir que su amigo estaba rígido.

- No es nada...

- Heee...¿Estás nervioso no? Es muy raro tomando en cuenta que siempre tienes contacto físico con chicas....

"Esto es diferente, Reika..."

Al no escuchar respuestas de Dio, ella se mantuvo en silencio mientras andaban y escuchaba la voz del viento frío y si se ponía atención, a lo lejos cantaban algunas cigarras.

Y Dio no podía sentirse tan tranquilo teniendo pegada a Reika...

- Está demasiado tranquilo, no es la clase de paseos que me gustaría precisamente, es mejor un parque... Ah, se me ha ocurrido algo.

- ...¿Qué cosa?

- Salgamos algún día.

- ¿Q-Qué?

- He leído el libro de historia del colegio, vi muchas fotos de lugares increíbles ahí que quiero visitar...me encantaría poder ver todo eso en persona y ya sabes, no me gusta disfrutar de las cosas yo sola.

- ¿Y Machi?

- Dio, sabes cómo es ella de aburrida, quiero ir contigo y no toleraré un no como respuesta.

Reika se había adelantado para señarlarlo con una actitud autoritaria mientras que con la otra se acomodaba los lentes.

"Reika, eres muy inocente, lo que me estás pidiendo es..."

- Es una promesa- le responde él que no tenía de otra. A lo que Reika le sonríe... Nadie se cansaría de ver una sonrisa tan hermosa.

Ambos llegaron a la galera que era más grande de lo que parecía. En la parte superior de la entrada había un letrero en la que sólo se podía distinguir una borrosa letra "A".