Chapter 150

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Las llanuras que rodeaban la ciudad de Gosfrik eran una de las más tranquilas en el mundo Interior. Muy pocos monstruos acechaban tanto en el día como de noche y por esa razón, en estos días en donde el pasto abundaba se podían ver muchas vacas, cabras, ovejas y algún otro animal herbívoro masticando tranquilamente.

A Reika le gustaba observarlos y por curiosidad, arrancó una de las hojas alargadas y mordió un pedazo para luego masticarlos.

- ¡Pfffffff! ¡Sabe horrible!

Ella la escupió inmeditamente mientras fruncía su cara de lo asqueroso que resultó ser el sabor de esa hierba.

- ¿Cómo es que a esos animales les gusta tanto?

- Deben ser porque es lo único que saben comer- le respondió Neon que se encontraba agachado, mirando como si fuera un niño una hilera de hormigas que se dirigían a un hormiguero en forma de volcán.

- ¿Entonces si le damos un sándwich sus gustos van a cambiar?- pregunta de nuevo Reika que se acercaba a una cabra marrón para acercarle varias hojas que él comenzó a deborar lentamente.

- No lo creo- respondió Minerva que hacía esfuerzos para no intentar comerse a una cabra u oveja viva- al menos yo no cambiaría la carne por hierbas. Todo está preestablecido.

- ¿Por quién?- Reika ladea la cabeza mientras acariciaba la cabeza de la cabra.

- Quién sabe, tal vez los dioses los decidieron así.

- ¿Los mismos que se llevaron el corazón de Dio?

El resto de Reika se volvió sombrío.

- ...

- Su vida será muy triste sin poder amar a alguien o sentir el cálido sentimiento de amigos...creo que es algo muy cruel lo que le hicieron a él...

La razón por la que Reika le contaba esto, era porque los sirvientes de Ninrot sabían por defecto que uno de sus creadores carecía de corazón porque una diosa se lo arrebató.

Minerva se queda en silencio por unos segundos, pensativa.

- Pero a pesar de eso, Dio-sama no es una persona tan mala- le defendió Neon que de alguna manera había logrado que las cordornices lo rodearan e incluso algunos pájaros posaron sus patas en su mano extendida y en sus hombros...la vista era un poco extraña ya que Neon aparentaba ser un tipo que debía causar intimidación con su gran cuerpo musculoso. Pero su aura era tan amigable que incluso los animales que normalmente no se dejarían atrapar se acercaban a él con confianza.

- Por ahora- comentó Minerva que suspiró- su habilidad terminará por corromperlo tanto que el que el Dio que conoces ahora te parecerá como un simple sueño. Si no llega a morir en el camino, el mundo lo tomará como una amenaza si él llegara a proponerse cosas a gran escala.

Reika frunció en ceño y se incorporó mirando con disgusto a Minerva. Neon también la miró con recelo.

- No dejaré que mi amigo se vuelva malo, él es la persona que más me importa ¡lo protegeré!

- ¿Incluso si él intenta matarte?

La pregunta normalmente habría dejado callada a Reika, esa era la intención de Minerva, que dudara, pero...

- Si eso sucede, yo no soy tan débil como para dejar que eso pase. Lo golpearé si hace falta, pero haré hasta lo imposible para no perderlo, incluso si me arranca un brazo o algo. Estoy dispuesta.

"Apenas eres una niña, Reika"

Minerva no creía que Reika sería realmente capaz de eso, al menos en unos diez años más ella seguramente cambiaría de parecer.

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