Necroromancer Online

Chapter 63

(Susurros)

- Oye...

- ¿Qué?

- No hace falta que te pregunte que eres un rey, yo también lo soy pero...todavía no me lo puedo digerir.

- ¿El qué si se podría saber?

- Esa mujer...te acaba de hablar así, de buena a primeras.

- ¿Y qué pasa con eso? Para mí es normal.

- ¡En ella no es normal! ¿no sabes quién es verdad?

- Sólo sé su nombre...

- Ella...es una de las pocas personas que realmente pueden vencer al Gobernante Mundial.

- ¿Ha? ¿y ese quién es?

- ¿En serio no sabes nada? ¿de dónde vienes?

- Pues...

- ¿No eres humano verdad?

- No ¿por?

- Ella no le habla los humanos ¿De qué raza eres?

- Ehm, soy un...dragón

- ...Ya veo, así que por eso...si no fuera por ella, no me atrevería a decir que los dragones existen, ella es conocida por ser la última, ha estado gobernando la mitad del Mundo Exterior por más de novecientos años y-

- ¡Espera! ¡Para el carro! Esa tipa...¿¡es una vieja!?

- ¡Shhhh! ¡No se te ocurra repetir eso de nuevo! ¿Acaso quieres que te ejecuten? Mira, acabo de conocerte, pero pareces un buen tipo, se nota por todos lados que eres un plebeyo que se convirtió en rey, yo también lo soy, pero tengo más experiencia en tratar con cosas de etiquetas, protocolo y políticas ¿quieres que te enseñe? Por cierto, me llamo Auren, Rey de Girnima

- Yo, Artorias vengo de I-Verall...y está bien, estaba buscando a alguien me enseñara de todos modos, mi cabeza es un caos...

¡Pist!

- Bien, bien, para empezar, te daré el primer consejo, no fumes en lugares como este y menos cigarros baratos

- ¿Haaa? Oye ¡eso me ayuda a relajarme! ¡trae eso aquí!

Mientras Artorias hablaba con otro hombre en una pequeña habitación en la que estaban los tres nuevos reyes, las puertas del lado contrario en la que entraron se abrieron levemente para mostrar a un hombre de traje que les llamó la atención con una palmada.

- El nombramiento está por empezar, caballeros.

***

"¡No veo nada!"

Artorias había perdido la cuenta de sus pasos al andar en línea recta hacia algún lugar en el que un hombre lo guíaba por detrás al igual que los otros dos.

Sus ojos estaban vendados, tan sólo podía sentir el aroma del lugar, era algo nuevo para él, pero para los que venían a sus dos lados era el olor típico de los hoteles de lujo.

Jamás pensó que siendo hijo de un simple campesino llegaría tan lejos...

Y toda esta serie de acontecimientos descabellados comenzó desde el día en que conoció a Dio que practicamente no había cambiado tanto como él, muy a pesar que el chico tenía un motivo para volverse fuerte, más bien parecía que le daba igual y seguía encerrado con sus tres sirvientes. En cambio ellas tres seguían entrenándose para poder proteger a un ocioso como ese chico que siempre se lavaba las manos en Seira para todo lo que le encomendaba...en cierta manera Artorias odiaba ese lado de Dio, un chico tan ausente, despreocupado y sin intenciones de tomar alguna responsabilidad por sí mismo. Era por eso que siempre trataba de darle tareas a través del gremio o de otro modo él terminaría siendo un vampiro bueno para nada que sólo le interesa jugar con el cuerpo de Tori...