Apoyo de Romance Final (Héctor/Serra)

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Para este punto, Héctor realmente no estaba seguro de lo que estaba haciendo, bueno realmente sabía lo que estaba por hacer pero, dudaba lograrlo de la manera más correcta posible, después de todo no era un experto ni remotamente en estas cosas y cualquier error, haría que su corazón quedara tan destrozado que, sería incapaz de recuperarse de semejante golpe.

Apenas fue capaz de seguir adelante con la muerte de sus padre y, luego de la muerta de su hermano Uther... de no ser por el apoyo de todos sus camaradas en armas... probablemente Héctor no hubiera sido capaz de seguir viviendo por la pérdida de quien había sido su mejor amigo, hermano y... padre...

Héctor hizo lo posible por no ponerse emocional, no necesitaba que esos sentimiento lo hicieran hacerlo peor de lo que probablemente lo haría, guiado por un impulso, Héctor saco la pequeña caja donde contenía lo que eran sus esperanzas y sueños, Phyria había sido extremadamente generosa con él al cederle los orbes sagrados que necesitaba para pagarle a Anna este regalo que, esperaba que cumpliera con las expectativas de su amada... aunque siendo sincero consigo mismo... realmente dudaba que ni un diamante del tamaño de la luna, fuera suficiente para esa mujer...

Dándose un par de cachetadas para darse valor, Héctor respiro hondo para mantener su compostura, esto era algo en lo que no debía fallar sin importar lo que pasara, lograría confesarle sus sentimientos a su doncella, ¡Aunque se le fuera la vida en ello!

¡Él no era un cobarde! ¡Él era el gran marques de Ostia! ¡Un guerrero listo para tomar esta batalla con todo el honor y la dignidad de su noble cuna! ¡Él. NO. DEBÍA. FALLAR!

En una capilla anexada al gran castillo de Askr, Serra se encontraba sentada en un barandal leyendo uno de sus libros, el ambiente del lugar era simplemente divino y, casi podía jurar que podía sentir la presencia de Santa Elimine en el lugar, quizás el lugar poseía la propiedad de conectarse con los dioses de otros mundos, solo eso explicaba porque este recinto se sentía tan extrañamente familiar para ella.

Mientras seguía disfrutando de la tranquilidad del lugar, unos pasos pronto la pusieron en alerta, al principio pensó que era Lucius o la princesa Elise o la princesa Sakura, ya que ellos habían venido a este lugar a leer y descansar un par de veces con ella pero, se sorprendió al ver que aquella figura que caminaba de manera firme no era otra persona más que Héctor.

Serra se limito a suspirar un poco desganada, debió de haber pensado que este día tan perfecto y tranquilo no le duraría por mucho tiempo, con algo de suerte cualquier asunto o lesión que quisiera tratar Héctor con ella, terminaría lo suficientemente rápido como para no regresar al castillo antes de tiempo.

-¡H-hola Serra!-dijo Héctor en tono fuerte y ligeramente nervioso, ¡No era momento para entrar en pánico!

-Hola Héctor-dijo Serra un poco preocupada... ¿Por qué Héctor se veía tan... sudoroso y tembloroso?

-H-hace un agradable día hoy, ¿Verdad?-dijo Héctor tratando de sonar galante... solo para sonar como si tuviera un grave problema en la garganta...

-¿Te encuentras bien?-dijo Serra más preocupada, parecía como si Héctor hubiera contraído una rara enfermedad o, tuviera una severa intoxicación por algo que comió...

-¡C-claro que estoy bien! ¿Por qué debería estar mal?-dijo Héctor algo tembloroso, ¿¡Cómo podía estar fracasando sin ni siquiera poner su plan en acción!?

-Bien tuve suficiente, iras directo al castillo conmigo y veremos si tenemos algo que pueda arreglarte-dijo Serra con cierto fastidio antes de tomar la mano de Héctor y llevarlo hacia el castillo... sabía que había sido demasiado optimista al creer que esto, sería un asunto fácil de resolver...

Una "aventura" en Fire Emblem HeroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora