Pese a los días de descanso que Phyria les había otorgado que, solo Naga sabía cuánto Minerva los necesitaba luego de su experiencia en el coliseo, no podía desperdiciar su tiempo de esa forma, desde muy joven fue entrenada no solo para volverse la mejor jinete de dragón que hubiera nacido en la familia real de Medonia, sino también en la encarnación de todo lo que representaba la nobleza y el orgullo de la familia real de Medonia.
Quizás su hermano fue instruido de manera similar, pero mientras que él fue enfocado en actividades tanto administrativas como políticas, ella fue educada para servir al pueblo como guerrera, una parte de ella apenas podía reprocharlo ya que le otra función que podía caer sobre sus hombros, no era precisamente algo que deseaba y solo agradecía a su difunto padre que le permitiera demostrar que ella, era más que una futura pieza de cambio para una alianza.
Minerva de verdad agradecía su posición y lo que logró con su propia determinación a pesar de los problemas que tuvo con respecto a su género y, aun con todo eso ella sabía que al regreso a su mundo solo le esperaban retos que no podría resolver con el poder de su hacha que tanto le ayudó.
La presión de los nobles de que tomara el titulo de reina era algo que gracias a este giro del destino, logró aplazar por un tiempo, pero que estaba segura que tarde o temprano tendría que responder y, aunque las cuestiones militares y estratégicas se le daban bien, todo lo demás eran un campo casi desconocido para ella.
Una cosa era mantener la temple en reuniones sociales y hablar de los temas adecuados... y una muy diferentes era hacer política, crear y promulgar leyes, el comercio, la estabilidad de los pueblos, entre otros asuntos que Minerva, jamás creyó que encararía alguna vez en su vida.
Como si eso no fuera suficiente, las palabras de su hermana, aunque juguetonas, le dejaron en claro que incluso María, no creía que estuviera preparada para el cargo... si quería honrar los deseos de su pueblo y no dejarle aquella presión a su pequeña hermana a tan corta edad, tenía que esforzarse para cumplir las expectativas que tenía sobre ella.
-Realmente está mejorando comandante-dijo Palla en tono amable, sacando de sus pensamientos a Minerva-Logró reducir los errores a la mitad, pero veo que aun tiene problemas para redactar algunas cosas-continuo Palla sin perder su sonrisa cálida.
-¿Crees que necesite ser más formal?-preguntó Minerva un poco confundida.
Minerva decidió que lo mejor era que en sus tiempos libres, debía dedicarse a fortalecer los aspectos en los que carecía de experticia y afortunadamente para ella, su confiable teniente Palla no tardo en ofrecerle su ayuda incondicional.
-No creo que necesite más formalidad-dijo Palla en tono pensativo, sentándose en la silla libre al costado de Minerva en la enorme biblioteca del castillo-Si continua así, ni siquiera los más presuntuosos en el arte del lenguaje la comprenderán-dijo Palla con cierto tono divertido.
-Parece que tampoco soy buena para expresarme con palabras escritas-dijo Minerva soltando un suspiro resignado.
-No se desanime comandante-comenzó a decir Palla en tono optimista-Quizás lo que necesite es tratar de expresarse más como usted, y no como los demás esperan que lo haga-termino de decir en tono tranquilo.
-¿En verdad crees que con eso será suficiente?-la cuestiono Minerva-Todos en Medonia esperan que tome las riendas del reino y haga lo posible por restablecer el honor de nuestra tierra-continuo Minerva en tono preocupado-La verdad, estoy comenzando a dudar de que pueda lograr cumplir las expectativas de todos-termino de decir soltando un suspiro cansado, sin estar muy segura porque se había sincerado con Palla.
-Por favor, no diga eso de usted comandante-dijo Palla en tono cálido y tomando la mano de Minerva suavemente, gesto que hizo sonrojar un poco a Minerva-Es cierto que aun debe seguir mejorando en ciertos campos, pero estoy segura que lograra dominarlos a la perfección-dijo Palla en tono seguro.
-¿Cómo puedes estar tan segura?-pregunto Minerva un poco desanimada.
-Porque no conozco a otra persona con un corazón tan valeroso y humilde que esté dispuesta a hacer lo necesario para proteger a su nación como usted comandante-dijo Palla en tono determinado, tomando por sorpresa a Minerva.
-En cuanto se libero del chantaje de Michalis, usted no dudo en ayudar a Medonia y luchar hasta las últimas consecuencias para derrocar a su hermano con ayuda del príncipe Marth y salvar a todos de los malignos planes de Gharnef-continuo Palla su discurso-No hay persona más calificada que usted para cuidar de la seguridad de nuestra gente comandante Minerva-termino de decir Palla con una seguridad en su mirada y palabras que logro conmover a Minerva.
-Gracias-dijo Minerva después de unos instantes de silencio, tomando por sorpresa a Palla-Siempre en mis peores momentos, has estado ahí para ayudarme y recordarme porque no debo rendirme sin importar la situación-continuo Minerva en tono sincero-De verdad le agradezco por todo el apoyo que me ha dado todos estos años Teniente Palla, sin usted estoy segura que no hubiera llegado hasta donde estoy ahora-dijo Minerva con una sonrisa que, acelero el corazón de Palla.
-B-bueno comandante, yo prometí siempre servirla y ayudarla en todo lo que me fuera posible cuando me uní a las Alas Blancas, realmente no tiene porque agradecerme nada-dijo Palla siendo incapaz de mirar a los ojos a Minerva por la pena.
Minerva no dejaba de pensar que aquel sonrojo, de verdad le sentaba realmente bien a Palla.
-Sabes...-comenzó a decir Minerva algo tímida, sin estar muy segura del porque estaba tan nerviosa-En estos momentos no formamos parte del ejercito de Medonia y, en este ejercito somos tratados como iguales-continuo Minerva tratando de no trabarse-No creo que necesites llamarme comandante, puedes decirme simplemente Minerva-termino de decir sintiendo que su garganta estaba por cerrarse.
-¿¡D-de verdad puedo llamarla por su nombre!?-dijo Palla muy sorprendida y sonrojada.
-Claro, siempre y cuando te parezca bien-dijo Minerva esperando que su sonrojo no se notara, Palla pensó durante unos momentos antes de responder.
-De acuerdo, pero solo lo hare si usted promete llamarme solo Palla de ahora en adelante-dijo Palla con una dulce sonrisa.
-Me parece bien, Palla-dijo Minerva con una sonrisa.
-Me alegra que aceptaras mis términos Minerva-dijo Palla sin perder su radiante sonrisa.
Estuvieron varias horas en la biblioteca continuando con su labor y, a pesar de que sus avances no eran a pasos agigantados como Minerva quería, sabía que mientras Palla estuviera a su lado para apoyarla, de alguna o otra manera las cosas saldrían bien.
ESTÁS LEYENDO
Una "aventura" en Fire Emblem Heroes
AdventureSigue las aventuras pero sobre todo desventuras, de una invocadora que intenta traer la paz al reino de Askr. Haciendo tratos con el diablo (Anna) para conseguir orbes y cosas, lidiar con los principes de Askr y sus invocaciones pero sobre todo, sob...