Apoyo de amistad (Ayra/Phyria)

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A pesar de que la generosa oferta de la invocadora no había sido mal recibida por los miembros de la orden de los héroes de Askr, Ayra no podía dejar de sentir que era un desperdicio mantenerse tanto tiempo fuera de actividad, aun debía seguir mejorando si quería ayudar a traer la paz a este reino y, no permitir que volvieran a tomarla con la guardia baja en el combate, tal como sucedió en Múspell y... aquel fatídico día donde Lord Sigurd confió en la buena fe de Arvis...

Haciendo lo posible por ignorar los últimos recuerdos que tenía de su hogar, Ayra camino con determinación hacia la sala de entrenamiento, aquellos pensamientos solo renovaron su convicción de hacerse más fuerte, no permitiría que los eventos ocurridos en aquel lugar se repitieran y mucho menos permitiría que sus compañeros sufrieran lo que ella sufrió en aquella batalla.

Llego a la sala de entrenamiento, notando de inmediato que la puerta estaba cerrada con candado, Ayra se limito a suspirar antes de sacar su espada, después lidiaría con las consecuencias de haber destruido parte del inmobiliario del castillo.

Pese a los golpes certeros que dio con su afilada espada, el candado no solo se negó a ceder, sino que la dureza de este estuvo muy cerca de provocar una mella a su espada... ¿De qué clase de metal estaba hecho ese simple candado?

-Si fuera tu, dejaría de golpear esa cosa, gaste como diez orbes para que Anna me consiguiera ese candado, así que debe ser incluso más resistente que una arma legendaria-escucho la voz de Phyria detrás de ella.

-Debí esperar que tomarías medidas de este tipo-dijo Ayra con cierta resignación antes de guardar su espada y mirar a la invocadora.

-Luego de como quedaron Chrom y Héctor después de su "batalla amistosa", ¿Creías que no tomaría medidas preventivas?-dijo Phyria ligeramente ofendida.

-Ni siquiera en los entrenamientos que viví en Isaach, presencie unas fracturas de brazo tan severas como las de ellos-dijo Ayra en tono tranquilo acercándose a Phyria.

-Por eso opte por esta solución, no necesito que ese par se maten por accidente-dijo Phyria soltando un suspiro cansado.

-Bien, ¿Qué necesito hacer para que me des la llave del candado?-preguntó Ayra directamente.

-¿Estás segura de que quieres aceptar la petición de alguien como yo?-dijo Phyria con un ligero tono siniestro.

-Quizá cuando te conocí no esperaba nada de ti, pero has demostrado tu valía no solo como líder, sino también como guerrera, sé que no sería capaz de cruzar ciertas líneas en tus peticiones-dijo Ayra en tono seguro.

-Genial, creí que nunca me bajarías de pervertida idiota-dijo Phyria en tono alegre.

-Bueno, has actuado con honor a pesar de tus comentarios... desafortunados-dijo Ayra tratando de sonar lo más diplomática posible.

-No son desafortunados, sabes que los digo con toda la saña de incomodar a los demás-dijo Phyria en tono divertido.

-Por favor, no hagas que reevalué mi opinión sobre ti-dijo Ayra en tono cansado.

-Está bien, ya que has sido amable conmigo, supongo que puedo ponerte algo sencillo para que consigas esa llave-dijo Phyria con una sonrisa.

-¿A quién necesites que elimine?-dijo Ayra en tono serio y sosteniendo su espada.

-A nadie de momento, guárdalo cuando me meta en un verdadero problema con alguien-dijo Phyria soltando un suspiro-Lo que iba a pedirte era, si querías pasar conmigo la tarde viendo una maratón de una de mis series favoritas-dijo Phyria algo esperanzada, la respuesta de Ayra no se hizo esperar.

-Olvídalo, quizás hayas convencido a todos de prestarle atención a los artefactos de tu mundo, pero yo no perderé mi tiempo en cosas que no me aportaran nada-dijo Ayra en tono firme antes de dar media vuelta e irse, ya encontraría otra manera de entrenar hoy.

-Bueno porque estaba pensando ver la animación de esa serie de mangas que te preste la vez pasada-dijo Phyria en un fingido tono desanimado, Ayra se detuvo casi al instante.

-¿Te... refieres a la historia de ese espadachín llamado Kenshin Himura?-dijo Ayra tratado de sonar desinteresada y sin atreverse a mirar a Phyria.

-Sí, ese mismo que estabas tratando de encontrar una forma de desentrañar los misterios de sus técnicas especiales, quizás viéndolo de alguna manera en acción, puedas recabar más información-dijo Phyria haciéndose la interesante, esbozando una gran sonrisa.

-A-aprecio tu interés en ayudarme en mi búsqueda, pero no creo que eso...-continuo Ayra tratando de ocular su interés, cuando Phyria la interrumpió con suavidad.

-Tengo la saga completa de Makoto Shishio-dijo Phyria sin perder su sonrisa.

-Vayamos inmediatamente a verlo-dijo Ayra rápidamente mirando a Phyria, sin ser capaz de ocultar su interés.

-Bien entonces, ¡Vayamos a mi habitación y comencemos con nuestro súper maratón!-dijo Phyria en tono animado.

-T-te recuerdo que solo estoy interesada en ver su técnica de una manera más clara-dijo Ayra tratando de sonar lo más seria posible y rezando porque el calor de su rostro, no mostrara algún tipo de sonrojo.

-Tranquila, nunca pensé lo contrario-dijo Phyria con una sonrisa divertida, Ayra se limito a suspirar antes de seguir a Phyria, no iba a caer en sus juegos tan fácilmente.

-Por cierto, ¿Qué tipo de botanas y dulces te gustarían para la maratón?, nos tomara varias horas ver todos los capítulos de esa saga-preguntó Phyria en tono curioso.

-Soy una guerrera entrenada para comer prácticamente lo que sea, no necesitas tener tantas consideraciones conmigo Phyria-dijo Ayra con cierto orgullo.

-¿Entonces... no quieres que saque esos chocolates especiales rellenos de fresa y crema de avellana que tanto te gustan?-preguntó Phyria en tono inocente.

-...No te atrevas a decirle a nadie sobre eso...-dijo Ayra tratando de sonar amenazante, aunque la pena se lo dificulto en gran medida.

-¿Oye quién crees que soy?-dijo Phyria en tono divertido.

-¿De verdad quieres que te conteste eso?-respondió Ayra un poco sorprendida.

-Solo sé que dependiendo de tu respuesta, alguien se puede quedar sin esas barras de chocolate-dijo Phyria en tono divertido, Ayra solo refunfuño un poco, pero fue incapaz de responderle.

A pesar de que no estaba segura si realmente valía la pena gastar su tiempo en una actividad de ese tipo, no podía negar que aquella novela con dibujos que le prestó Phyria tiempo atrás, realmente había atrapado toda su atención, no solo por las vivencias del protagonista, sino también por las técnicas que desempeñaba a pesar de su débil cuerpo.

Además a pesar de su desconfianza inicial, no podía negar que pese a todo, Phyria era persona de confianza y con un corazón valeroso, que estuvo a la altura de la situación en la guerra contra Múspell, siendo capaz de incluso arriesgar su propia vida para ayudar a los demás...

Sin duda, de alguna u otra forma la invocadora comenzó a ganarse su confianza desde hacía un tiempo y, aunque no estaba dispuesta a decirlo a viva voz, poco a poco también estaba comenzando a considerarla no solo como una compañera de armas, sino también como una buena amiga.

Una "aventura" en Fire Emblem HeroesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora