Luego de la monumental travesía que recorrió con su ama en tierras donde el frio era terriblemente inclemente y el calor más que sofocante, Marzia podía decir que se había ganado sus días de descanso, luego de todos aquellos combates en los que arriesgo su vida junto a su ama, sin duda sus alas se sentía aliviadas de poder volver a sentir un viento mucho más gentil.
Marzia era una malig que sin dudas, vivió una gran cantidad de batallas y vivencias a lado de su querida Camilla que, no tenía nada que envidiarle a los maligs más veteranos de la armada de Nohr, estaba segura que no cualquier malig podía decir que sobrevivió a una llamarada lanzada por un tirano que era comparable al terrible padre de su ama.
Planeando por los hermosos campos verdes de Askr, Marzia sobrevolaba las zonas cercanas al pueblo cuando detecto algo que llamo su atención, no estaba segura que fue lo que finalmente la motivo a descender, pero cuando lo hizo se dio cuenta que había tomado la decisión correcta, pues en aquel hoyo diviso a la arquera que la confundió con un pegaso.
-Hola Marzia-dijo Setsuna en tono tranquilo-Es un buen día para estirar las alas-continuo sin perder su calma.
Marzia inútilmente le pregunto qué había pasado, olvidándose por unos instantes que los humanos, no entendía el idioma de los maligs.
-Salí a cazar un poco para despejarme y, solo caí en este lugar-dijo Setsuna en tono algo cansado.
Saltando del susto, Marzia apenas podía creer que esa humana tan distraída entendiera lo que le había dicho, ¿¡Cómo una persona que la confundía con un pegaso, podía entenderla!?, volvió a preguntarle si se encontraba bien y para su sorpresa, la arquera no tardo en responderle.
-Sí, solo he estado aquí un buen rato-dijo Setsuna con total naturalidad, ya no le quedaban dudas, ¡Esa humana de verdad podía entenderla!
Aun tratando de calmarse, Marzia le pregunto si necesitaba ayuda, a lo que la arquera respondió.
-Estaría bien, me he perdido el almuerzo y ya tengo mucha hambre-dijo Setsuna en tono cansado, el gruñido de su estomago solo confirmo aun más sus palabras.
Marzia suspiro antes de bajar su cola por el hoyo para que Setsuna se sostuviera, Setsuna no tardo en salir y montarse sobre ella de una manera que, le hacía pensar que Setsuna ya había montado maligs antes.
-Gracias Marzia, aunque no seas un pegaso, para mí siempre serás el pegaso y el malig más bonito del mundo-dijo Setsuna en tono agradecido mientras se abrazaba a Marzia, ella se limito a suspirar, ¿Por qué esta humana se empeñaba en llamarla pegado?...
El gruñido del estomago de Setsuna se hizo más fuerte, preocupándole mucho a Marzia, cuando a su querida Camilla le gruñía así el estomago, significaba que no solo estaba muy cansada, sino también débil, Marzia le pregunto preocupada si quería que la llevara al castillo, pero Setsuna le contesto.
-No debe estar lista la comida, además si me cachan robando otra vez galletas, esta vez Catria cumplirá su amenaza de dejarme sin pastelillos-dijo Setsuna en tono triste, mientras su estomago no dejaba de protestar.
Ella no podía dejar en ese estado a Setsuna, los humanos podían enfermarse gravemente por no comer adecuadamente, debía haber otra solución para ayudarla, preocupada Marzia le pregunto a Setsuna si tenía dinero.
-Creo que no lo traje conmigo-dijo Setsuna en tono triste revisando sus bolsillos, hasta que recordó algo importante.
Marzia observo curiosa como Setsuna se quitaba uno de sus zapatos, se sorprendió al ver que en el había un pequeño saco de monedas dentro... ¿Cómo pudo caminar todo el día con algo tan incomodo en los pies?, quizás Setsuna era más resistente de lo que aparentaba.
-Olvide por completo que Phyria me sugirió que llevara mi dinero aquí para no perderlo como siempre, no recordaba que lo guarde ahí cuando salí a cazar-dijo Setsuna con una sonrisa y ligeramente sonrojada.
... Parecía que esa humana era lo suficientemente distraída como para no notar que tenía algo duro dentro de su propio zapato... Setsuna era una humana demasiado peculiar...
-Tengo una idea-dijo Setsuna con cierta alegría-Si me llevas al pueblo, puedo comprar algo en el restaurante, te prometo que comprare toda la comida que quieras como recompensa por ayudarme-dijo Setsuna con una sonrisa.
Marzia acepto con gusto, en especial cuando Setsuna le prometió que le compraría todos los filetes asados que pidiera, no pasó mucho para que Setsuna volviera a guardar su dinero en su zapato, subiera a su lomo y que juntas partieran al pueblo más cercano que afortunadamente, no estaba muy lejos de donde estaban.
Mientras sobrevolaban los hermoso prados verdes de Askr, Marzia noto que Setsuna realmente estaba maravillada por volar, le sorprendía que no estuviera asustada por la altura, pero considerando que era una humana muy poco común, no debería sorprenderle.
-¿Qué se siente volar?-le preguntó Setsuna en tono curioso, tomando por sorpresa a Marzia.
Tuvo que hacer un intento por explicarse lo mejor posible, ya que la sensación de libertad al volar, era algo difícil de describir incluso para otros maligs, cuando fue capaz de decir una respuesta que la satisfizo, Setsuna le contesto.
-Debería pedirle a la comandante Anna y a Phyria permiso para ser una jinete malig-dijo Setsuna con cierto entusiasmo-¿Podrías ser mi malig de entrenamiento Marzia?-preguntó Setsuna en tono esperanzado, Marzia fue incapaz de negarse a su petición, en especial por aquel brillo determinado que detecto en sus ojos.
A pesar de que Setsuna era la humana más extraña que alguna vez hubiera conocido Marzia, algo tenía que reconocerle, tenía realmente un gran gusto a la hora de seleccionar restaurantes que daban buena carne, tenía que salir más seguido con ella y Camilla, sin dudas a su ama le encantaría degustar tan delicioso manjar.

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Una "aventura" en Fire Emblem Heroes
PertualanganSigue las aventuras pero sobre todo desventuras, de una invocadora que intenta traer la paz al reino de Askr. Haciendo tratos con el diablo (Anna) para conseguir orbes y cosas, lidiar con los principes de Askr y sus invocaciones pero sobre todo, sob...