CVII Trampa

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Narra Illumi

Esta vez la reunión de directivos ha salido a la perfección y el proyecto de Dubai ya está en marcha.

No hubo interrupciones desagradables.

Mis hombres aún no han encontrado a la camarera. Resultó que no trabajaba en el hotel. Se infiltró únicamente para dejar el video y tuvo la premura de ocultar su rostro de las cámaras en todo momento. Es bastante meticulosa para ser esa mujer desquiciada. Ya sospechaba que tendía un cómplice. Ella no tiene familiares en la ciudad, ni amigos ¿Quién podrá ser?

El teléfono vibra sobre mi escritorio. Es una llamada de Hazar.

Amo Illumi, la señorita Libertad escapó. Descubrimos que se disfrazó y se fue en el auto de Marcelo Messina. Lo dejó en un auto lavado. El hombre que la seguía no la vio irse y perdió su rastro.

No puede ser.

Ella no puede haber escapado de mí. Estaba calmada, había creído en mis palabras... íbamos a irnos de viaje. ¡Cómo no me di cuenta de que estaba tan mal!

Además, yo aún tengo a la niña, ella no la abandonaría conmigo, no sería capaz...

¿En qué me equivoqué esta vez? Todo lo que he hecho ha sido por ella y me paga de este modo? ¿Qué más quiere de mí?

Amo Illumi, ya está en marcha el protocolo de emergencia. Ella apagó su teléfono. Estamos monitoreando las transacciones bancarias, no tardaremos en encontrarla... Amo Illumi ¿Sigue ahí? ¿Amo Illumi?...

—Señor Klosse ¿A dónde va? Tiene una reunión en diez minutos ¿Señor Klosse?... ¡Señor Klosse!

El silencio del ascensor es como un pequeño respiro, la antesala del caos. Todo lo que he construido parece desmoronarse a mis pies mientras ella escapa como el agua entre mis dedos, reduciendo mis esfuerzos a la nada.

Una y otra vez, así será siempre, tan inconstante, tan inestable e imperfecta, por qué no me la puedo sacar de la cabeza, por qué no puedo arreglarla...

—Illumi, qué bueno que te encuentro aquí, me ahorraste entrar a esa horrenda empresa tuya.

Subo a mi auto. Ella también sube.

—Bájate.

—¿Qué te pasa? No seas descortés. Si estoy aquí es por Libi. Hablé con ella durante el almuerzo y está muy preocupada. Piensa que algo malo pasó y se lo estás ocultando ¿Es cierto?

—¿Dónde está?

—¿No lo sabes? No me digas que desapareció otra vez.

—Escapó de Hazar.

Ella saca su teléfono.

—K, necesito tu ayuda. Libi está desaparecida y... ¿Qué? Soy yo, Lucy... ¿K?... Me cortó.

Mira con incredulidad el aparato hasta que le llega un mensaje. Empieza a teclear también.

Incluso aguanto a esta mujer insoportable por ella. Jamás valora lo que hago. Comienzo a creer que jamás le he importado de verdad.

—Libi no escapó, está con K.

Narra Libi

Esa mujer perturbada puede esperarse sentada a que llegue a su reunión. No soy tan estúpida como para caer en su trampa. Quizás si Illumi me hubiera devuelto la pistola lo habría pensado. Soy cobarde y no me importa. Sé que tengo las de perder y no planeo dejar a mi hija huérfana. Hice lo que tenía que hacer, pedir ayuda, por eso vine con K. Si hay alguien que puede salvarme, ese es él.

Vidas cruzadas: redención [Illumi Zoldyck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora