CXVII Sorpresas

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Con Illumi salimos de la casa de papá. Pensé que me encontraría con el magnífico Ferrari, pero mi cita va varios pasos delante de mí.

—¡¿Una motocicleta?!

Es una moto fantástica, reluciente, poderosa, sexy.

—¿De dónde sacas estas ideas? —le pregunto, deslizando mi mano por el asiento.

—Estuve viendo películas de adolescentes. A las chicas les gustan las motos y cuando un chico las lleva a pasear, caen rendidas a sus pies. —Me levanta de la cintura y me sienta sobre la moto. Ubicado entre mis piernas me besa lenta y seductoramente.

—¿Qué pasa luego? —pregunto, jugueteando con su cabello.

—Ellos se van a un lugar apartado y oscuro. Son jóvenes, sexualmente muy activos, el calor aumenta…

Ya siento que aumenta. Estamos besándonos en plena calle, frente a la casa de mi padre y no me importa.

—¿Y después?

—Ella empieza a quitarse la ropa, le muestra los senos. A los chicos les encantan los senos. Le permite tocarlos y él ya no puede mantener su pantalón en su lugar. Ella se lo quita y le promete que va a chupárselo hasta dejarlo seco.

Mi amor. Su historia sucia es tan dulce que me derrito de ternura.

—¿Y ella cumple su promesa?

—No porque de entre los arbustos aparece un asesino que los descuartiza, pero eso no va a pasarnos porque yo soy el asesino en esta historia. ¿No es eso genial?

—Sí, Illu, es genial, pero deberías haber visto películas románticas, no de Jason o Freddy Krueger.

—Esas son más interesantes —dice él, entregándome un casco.

No voy a contradecirlo. Hasta el momento, esta cita retro empezó de maravillas.

~❁~

—¿A quién se le ocurrió esta idea de viajar en el tiempo?

Estamos sentados en una heladería. Mi helado es de chocolate con salsa de chocolate, el de Illumi es verde, probablemente de menta o pasto. O de guácatelas como diría Espi.

—Un poco a Frank, un poco a mí, un poco a Ariel. Hazar escogió la moto y Karen la ropa.

Resultó ser un plan colectivo.

—¿Por qué tomarse tantas molestias?

—No son molestias, Libi, todos queremos que estés bien, sobre todo mis empleados, que fueron amonestados por descuidarte en mi ausencia.

¿Qué les habrá hecho?

Él coge mi mano, acariciando mi anillo de matrimonio.

—Pasaste toda tu adolescencia encerrada en un orfanato, yo me la pasé convirtiéndome en un asesino implacable y Frank ni siquiera te conocía. Esto nos dará buenos recuerdos a todos y podrás decir que tu primer amor fue un chico que te llevaba a pasear en su motocicleta.

Con esto puedo olvidarme de Dan para siempre y reemplazar sus recuerdos con Illumi en chaqueta de cuero, guiñándome un ojo. Me parece un excelente plan para implantarme recuerdos sin usar sus agujas.

—Entonces ¿Ya no diremos que nos conocimos cuando te atropellé?

—Esa es la mejor parte, no puede quedar fuera. Me gusta la expresión de la gente cuando lo oye. Diremos que allí nos conocimos porque no recordábamos que ya nos conocíamos de antes.

Vidas cruzadas: redención [Illumi Zoldyck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora