XCIX Sin identidad

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Volví al edificio con Hazar. Illumi hizo cerrar el cementerio y se quedó allí con muchos de sus mayordomos. ¿Quién le llevaría flores a Damien? Descartando a Evan, por razones obvias, no pudo ser nadie más que su ex novia loca. Esa mujer estuvo allí poco antes que nosotros, tan cerca. ¿Nos habrá visto?

Si esa mujer aún lo ama, realmente debe odiarme por haberlo matado.

Decidí que hoy no iría al taller para quedarme acompañando a Illumi por su pérdida y ahora pasa esto. Si ya estaba siendo aprensivo luego de la muerte de Janine, no quiero pensar cómo se pondrá ahora. Necesito mantener la calma y no parecer asustada. Él debe percibir mi tranquilidad y estabilidad mental y emocional.

Desde el dormitorio oigo la puerta cuando llega y corro, lanzándome a sus brazos.

—¿Estabas asustada?

Mierda. Ya empecé mal.

—No, no. Yo... te extrañé. Han pasado más de dos horas.

Sé que no me cree. Tengo que esforzarme más.

Vamos hasta el sillón, donde me cuenta el resultado de sus pericias en el cementerio. No hallaron a la mujer. La posibilidad de que haya sido alguien más es muy escasa, lo que significa que ella logró huir de Illumi y sus hombres. Pasó entre ellos sin ser vista.

—Mi equipo de seguridad revisó las grabaciones de las cámaras que están en la entrada. No lograron identificar su rostro, mucha gente llevaba sombrero.

—Necesito saber cómo luce ella. No tengo idea de cómo es y debo estar preparada.

Illumi me mira con interés.

—No pensarás que me quede encerrada ¿No? Debo seguir con mi vida de la manera más normal posible y necesito información. Serás un chico bueno y me la darás.

Logro oírme bastante firme y determinada y el resultado es un mensaje que envía Illumi. A los pocos minutos, un mayordomo llega con una carpeta. La vida de esa mujer está allí, al menos los aspectos que pueden ser rastreados, las migajas que van quedando al andar.

Anahí es su nombre. Una bella joven en uniforme escolar es la primera fotografía que veo. Cabello negro, ojos pardos. Está muy seria mientras todas las chicas a su alrededor sonríen. Ingresó a la universidad a estudiar economía. El primer año sus calificaciones fueron sobresalientes y recibió el reconocimiento de sus maestros, invitándola a eventos exclusivos. Incluso recibió ofertas de importantes empresas para unirse una vez que se graduara. Al año siguiente, sus calificaciones decayeron abrumadoramente, reprobó la mayoría de asignaturas y abandonó la carrera.

¿Qué le pasó a la talentosa chica con un esplendoroso futuro?

Conoció a Damien.

Lo sé al ver el extracto de un informe policíaco y las fotografías que muestran sus lesiones. Ella dijo que fue un asalto. ¿Qué asaltante te golpea en las piernas o en la espalda? Así empezó conmigo también, golpeando en partes no visibles. Así era cuando le importaba mantener las apariencias, luego ya daba igual.

La siguiente fotografía que aparece de ella me deja impactada, tanto que se me corta la respiración.

—¡Por todos los dioses! ¡Se ve igual a mí!

—Eso es absurdo.

No lo es. Ella no sólo se tiñó el cabello del mismo tono que el mío, incluso tiene el mismo corte que yo usaba en ese entonces. Hasta los ojos verdes me copió. Es una locura. Esa mujer siempre supo de mi existencia y yo ni cuenta me había dado. Inhalo profundamente para pasar a la siguiente página. Aún así me falta el aire. En la fotografía que allí aparece está ella junto a Damien, con la biblioteca de la ciudad a sus espaldas. Él sonríe dulcemente mientras la abraza y recuerdo el momento exacto en que me enamoré de esa sonrisa. El joven guapo y alegre que allí está retratado no se parece en nada al monstruo que me torturó en el sótano. Nadie podría haber imaginado que una bestia habitará en su interior.

Vidas cruzadas: redención [Illumi Zoldyck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora