XXXV Aliados

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Salgo de la estación de policía en compañía de Greta. He puesto una denuncia por maltrato en contra de Illumi hacia Espi. Si la ha estado "entrenando" habrá evidencias en su cuerpo y eso servirá como prueba para alejarla de él, es mi última opción.

—¿Cuánto podría tardar en saberse los resultados de la investigación?

—Unas semanas. Harán pericias, interrogatorios, exámenes médicos. Eso es lo que estas cosas suelen tardar.

—Sólo espero que todo vaya bien y pueda recuperar a Espi.

—Yo que tú no sería tan optimista, Libi.

La miro con sorpresa.

—Suponiendo que todo vaya bien y el sistema funcione como debe, si llegaran a quirarle a la niña, los tribunales no te la entregarían a ti.

Me paro en seco, sin dar crédito a sus palabras.

—Sigues en terapia por el alcoholismo y tienes una denuncia en contra por maltrato también hacia la niña y por agresiones al hombre en el centro comercial. No eres una alternativa válida para tener su custodia.

—¿Qué... Qué pasaría con ella?

—Buscarían a un familiar para que se haga responsable y si no hay ninguno, ella iría a un hogar de menores.

Siento que la sangre se me hiela en las venas. Espi no puede volver a un orfanato, ella ya ha sufrido demasiado. Tengo que esforzarme por ser alguien digna de volver a ser su madre y que vuelva conmigo.

~❁~

—¡Libi! Que alegría tenerte de vuelta —me saluda Lía.

No recuerdo cuanto tiempo tengo sin pisar el taller. Ella, Antonio y Marcelo son un gran equipo. No sólo han cuidado de él en mi ausencia, sino que han aumentado las ventas también.

—¡Con sólo verte me ha vuelto la inspiración! —exclama Marcelo, dándome un fuerte abrazo.

Se siente bien. Volver a estar con ellos y recuperar esta parte de mi vida se siente realmente bien. Ellos son parte de mis sueños, esos que suelen quedar en segundo plano cuando las cosas andan mal, pero que nos dan razones para continuar.

—Me alegra oír eso porque quiero que hagamos una exposición.

Me miran con sorpresa.

—Te desapareces por meses y vuelves con todo el power. Eso me gusta — dice Antonio, dándome un sonoro beso en la mejilla—. ¿Cuándo empezamos?

—Ahora mismo —respondo, arremangándome, lista para trabajar duro.

Amo mi trabajo. Ser artista es lo que siempre quise y ahora debo volver al juego, porque es una parte importante de mi vida y porque necesito dinero.

Entre los honorarios de Greta y la fianza que tuve que pagar para salir de la cárcel por el incidente en el centro comercial, estoy con mi cuenta bancaria en cero y la línea de crédito sobre girada.

Por suerte tengo mi talento y a un gran equipo apoyándome. No debo volver a olvidarlo.

~❁~

Reviso mi lista de compras del supermercado y hago cálculos del presupuesto. Sólo compraré lo que es absolutamente necesario y debo decir que eliminar el alcohol de la lista aliviará bastante a mi bolsillo.

Avanzo por el pasillo buscando los productos más económicos. Tendré que volver a comprar aceite marca aceite como en mis primeros meses fuera del orfanato, pienso con diversión.

Vidas cruzadas: redención [Illumi Zoldyck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora