CXIV Amor amargo

271 34 17
                                    

Ese día no almorcé. Una niña mayor se quedó con mi bandeja. La vi repartiendo mi comida con sus amigas. Quizás era mejor así, en vez de alimentar a una sola persona, mi almuerzo había alimentado a muchas.

Deseé tener una amiga también.

Lo deseé con todas mis fuerzas, lo deseé tanto que me quedé sin energías para limpiar. Me dormí bajo la mesa. Como castigo no pude ir a cenar. No importaba, yo no tenía hambre, sólo quería dormir. Y tener una amiga.

Al despertar, sentí a alguien tras de mí. Alguien estaba conmigo en mi pequeña cama. No me moví. Miré las otras camas, todas dormían, a nadie le importaba que hubiera otra persona en mi cama. ¿Qué iba a hacer si quería quitármela? Dormir bajo la mesa, de todos modos ya lo hacía.

En un arranque de valentía me incorporé y vi un bulto encogido bajo las sábanas. Al deslizarlas quedaron a la vista unos mechones rubios. Eran suaves y muy largos. Mi cabello era corto. Antes estaba largo hasta que me fui a dormir y al despertar ya era corto. Esas cosas pasaban muy seguido aquí, ella tendría que cuidar su cabello. O yo podía hacerlo por ella. Seguí jalando la sábana y la niña más linda del mundo quedó a la vista ¡Y había escogido mi cama para dormir! Ella era nueva y las nuevas no tenían nada. Yo podía darle mi cama y mi ropa y compartir mi comida y quizás, si tenía suerte, ella querría ser mi amiga.

Y ella quiso, sin que tuviera que darle nada a cambio salvo mi compañía, que no era muy buena y mi amor, que a ratos se volvía amargo. Ella siguió siendo mi amiga pese a mi ingratitud y me amó incluso cuando yo misma olvidaba amarme. Mi Lucy ha estado conmigo desde ese día en que escogió mi cama para dormirse luego de perderlo todo.

—Imposible. Eso es lo más absurdo que he oído, Lucy jamás haría algo así, Illu. Ella no, mi Lucy no… No le hiciste nada ¿Cierto?

—No, Libi. También creo que es absurdo.

Siento que la cama se mueve, todo da vueltas. Illumi me sostiene y me aferro a él.

—¿Hablaste con ella?

—Hablé con K. Él también está investigando cómo pudo efectuarse la transferencia desde su cuenta.

—No lo entiendo, ¿Esa persona quería que yo me alejara de Lucy?

—Es lo más probable. Primero intenta ponerme en tu contra y ahora esto. Quiere aislarte.

—Quiere volverme loca.

—No sabe que ya estás loca por mí.

Intento reírme, pero no puedo. En unos cuantos minutos, con unas cuantas palabras, la tranquila vida que llevaba vuelve a pender de un hilo. El miedo hace temblar mis manos. Illumi toma una y la acaricia, acaricia mi anillo de matrimonio.

No voy a derrumbarme, no voy a dejar que nadie destruya lo que hemos construido, nadie va a quitarme a mi familia.

—¿Qué vamos a hacer ahora?

—Tú sigue haciendo lo que has hecho hasta ahora. Mi unidad de investigación y yo nos encargaremos.

—Pero…

—Pero nada, Libi. No dejes que esto perturbe tu ánimo o arruine los planes que tienes, eso es lo que tienes que hacer, seguir con tu vida.

—Es fácil decirlo.

Besa mi sien, dándome un masaje en los hombros. Esa persona ya arruinó mis planes, se me quitaron todas las ganas de juguetear con Illumi.

—Illu, voy a ir a visitar a K.

—No. No quiero que salgas de aquí hoy.

—¡Dijiste que siguiera con mi vida y que hiciera lo que siempre hacía! No te contradigas.

Vidas cruzadas: redención [Illumi Zoldyck]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora