Muchas veces en la vida ocurren cosas que parecen no tener explicación, que escapan a la lógica y desafían la cordura. Situaciones que te hacen creer que estás soñando o protagonizando una película.
Una película de terror.
Intento abrir por tercera vez la puerta para convencerme de que Alex la ha cerrado por fuera.
Me hago un ovillo en la cama, apretando mi vientre. El intenso ardor que consume mi cuerpo nace de allí y me está matando.
La humedad de mi sangre, que sigue brotando, comienza a teñir las ropas de cama y me debilita todavía más. Y a Alex no le ha importado.
Él ha preferido seguir jugando con Espi.
~❁~
La habitación está en penumbras y sólo oigo los sonidos que vienen del bosque, de las criaturas que aún están despiertas y se arrastran en la oscuridad.
Me recuerda a los sonidos que había en el sótano, donde las ratas y las cucarachas eran sus principales intérpretes. Ya no quiero oírlo más, ya no quiero volver a ese sótano.
Grito llamando a Alex. Sé que no me oirá porque yo apenas y puedo hacerlo. Decido ahorrar la poca energía que me queda y permanezco en silencio, cubriendo mis oídos para que no lleguen los sonidos de la oscuridad.
Termino volviendo a dormirme, no sé por cuanto tiempo, pero parece mucho. Despierto al sentir una pequeña mano acariciando mi vientre.
En la penumbra de la habitación, veo una silueta junto a mí.
—¿Espi?
—Si me acerco a tu vientre ¿Podré oír su corazón?
Me siento en la cama de golpe y grito, cubriendo mis ojos.
No es Espi...
—Aniki dijo que será una niña.
—¡Cállate! ¡Cállate! Tú no estás aquí, no eres real, no eres real, no eres real...
Vuelvo a mirar y estoy sola en la habitación. Kalluto se ha ido.
Su presencia era tan real. El sonido de su voz y el brillo de sus ojos eran iguales a como los recuerdo de la mansión Zoldyck, iguales a como eran en el sótano.
—Todo está muy silencioso.
Vuelvo a oír su voz y mi vista se dirige a un rincón del cuarto. Él sigue allí.
—¿Por... por qué... estás... aquí?
—¡Adivina!
Estoy alucinando, lo sé y me cuesta creer que pude empeorar tanto en tan poco tiempo.
No pudo ser sólo el miedo a Illumi, hay algo más, algo que causó y sigue causando el malestar en mi cuerpo: la fiebre, el sangrado de naríz, el ardor en el vientre, la debilidad.
Saber que Illumi regresó, debilitó mi mente, pero algo atacó mi cuerpo.
Kalluto deja las sombras y se acerca al closet.
—Tibio, tibio —dice en tono juguetón.
El ron, debió ser eso.
—¡Bingo! —celebra Kalluto.
No puedo creerlo, Alex no pudo hacer eso ¿Para qué?
¿Por qué querría lastimarme?
—Averígualo tú misma ¿O planeas quedarte quejándote para siempre?
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Vidas cruzadas: redención [Illumi Zoldyck]
FanfictionIllumi ha perdido su Libertad y está dispuesto a todo con tal de recuperarla, sin importar quién se interponga en su camino. ¿Podrá conseguirlo? Secuela de Vidas cruzadas. Más entretenida, más retorcida y perversa que nunca. Esta vez ¿habrá final fe...