Acto 1: Advenimiento del Ragnarok

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Y comienza la segunda parte. Una nueva tierra basada en Escandinavia para recorrer, nuevos enemigos inspirados en los demonios del Ars goeita, dos nuevos protagonistas y un nuevo tipo de poder.

Acto 1: Advenimiento del Ragnarok

Sueños de advertencia

«El viento sacudió el cabello de Elizabeth. Las flores soltaron su polen con el movimiento y ella respiró profundamente la dulce fragancia, girando la cabeza en la dirección del viento y sorprendiéndose al encontrarse con un escena de pesadilla.

Shay se encontraba maniatado junto a otras dos personas en un enorme estandarte de guerra. Benetnasch atravesaba su pecho y un escudo negro colgaba de su brazo.

Los otros dos sujetos parecían haber compartido la misma suerte. El uno de ellos, un hombre de largos mechones negros y una máscara de madera contaba con nada más y nada menos que la mismísima lanza Mizar colgando de su cuello por una oxidada cadena cubierta de sangre.

El segundo, un joven lleno de tatuajes y de aspecto frágil tenía una daga ornamentada perforando su pecho justo donde estaría el corazón.

-¡Cada acción, cada decisión a partir de ahora cambiará el destino del mundo, para bien o para mal!

La voz de Da-Xiang causó un fuerte escalofrío que recorrió el cuerpo entero de Elizabeth. Entonces ella sintió una ominosa presencia detrás suyo y observó unas alas emplumadas desplegarse hacia el frente hasta rodearla y bloquear el cielo.

-¿Quién eres? -preguntó con temor a dar la vuelta.
-Destino... -respondió una voz gutural.
-¿Qué?

Una sensación de vulnerabilidad se apoderó de la maga, acompañada de una impotencia y terror puro.

-Soy tu destino... El caballero dragón no podrá protegerlas como hizo antes.
Las alas negras se contrajeron bruscamente y le obligaron a despertar con un sobresalto».

Elizabeth cayó de la cama confundida y observó a su alrededor para estar segura que se había tratado de un simple sueño y nada más.

-Otra vez una pesadilla... -la maga sacudió la cabeza.

En incontables veces Elizabeth había tenido pesadillas con el temible Da-Xiang, pero esta vez la criatura a su espalda no se trataba del Xing long. Había algo diferente en ese nuevo sueño, algo nefasto, algo real.

El hombre del norte

El barco se meció con el relajante movimiento del agua sureña. Rob abrió los ojos en el momento en que el sol entró por la ventana y se colocó al filo de su catre. Él ajustó la placa metálica sobre su pierna usando la llave que colgaba de su cuello, tomó el bastón apoyado en la pared a su derecha y salió de su camarote.

El muchacho subió a cubierta con pasos lentos. Las cálidas aguas del sur eran demasiado endebles para un curtido navegante de los mares árticos por lo que no era necesario portar su enorme capa de piel y dejaba al descubierto la enorme cantidad de tatuajes que recorrían cada uno de sus brazos.

Sköll lo esperaba en cubierta, tirado sobre la madera del barco mientras jugaba con el hueso de la cena anterior.
El enorme lobo fenrir aún inquietaba a la tripulación. No todos los días una bestia de dos metros con una legendaria y tenebrosa reputación estaba a la vista de un marinero sureño.

-Esos tatuajes -comentó el primer oficial de "La rompe olas" -. No es común ver a muchos como tú por aquí. Y menos tan... jóvenes.

Rob se percató que el hombre no dejaba de observar el bastón que sostenía la mitad derecha de su cuerpo. Claro, ver un vikingo en las aguas de sur era algo extraño, pero un vikingo lisiado. Probablemente sería la primera y última vez que todos ellos tendrían esa oportunidad.

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